El Centro Valle Miñor de Montevideo celebra su 67 aniversario con su tradicional campeonato de bolos

Mesa de autoridades en la celebración del aniversario de Valle Miñor.
Carlos Barcia recibe el la copa 'El Quijote'.
El equipo campeón fue el de la entidad anfitriona.

Se celebró el último sábado de agosto el 67 aniversario del Centro Social Cultural y Deportivo de Bolos Valle Miñor de Montevideo, con el tradicional campeonato internacional de este deporte y un banquete que nucleó a participantes de las dos orillas del Río de la Plata.

El presidente del Centro Valle Miñor, Carlos Barcia, quien también comanda la Federación de Asociaciones Gallegas del Uruguay, recibió al público asistente que tuvo que esperar por el reñido final del campeonato internacional de Bolos Celta, para comenzar la cena aniversario.

Es que los equipos participantes, Valle Miñor de Uruguay, y los argentinos Círculo Social Val Miñor, Centro de Cangas del Narcea y Centro Galicia de Buenos Aires, estuvieron disputando bolo a bolo una reñida confrontación en la que la hermandad y el espíritu deportivo quedó de manifiesto en la entrega de premios donde al empatar en una posición, los locales le cedieron la copa a los visitantes.

Es que el campeonato no deja de ser una excusa para confraternizar por una raíces comunes que no se olvidan ni siquiera en sus descendientes, ya que en la actualidad más de la mitad de los deportistas nacieron a orillas del Río de la Plata.

Resultado

El resultado final llevó como triunfador al Centro Valle Miñor de Montevideo alternando el primer y segundo puesto con sus dos tercetos, que con 1.327 y 1.322 bolos estuvieron peleando hasta la última bola. Seguidos en tercer lugar con 1.298 por Valle Miñor de Argentina, y en cuarto lugar con 1.276 al Centro Cangas del Narcea.

Mientras tanto, el individual fue logrado por el visitante Daniel Álvarez del Centro Cangas del Narcea de Buenos Aires con 456 puntos, superando por apenas un punto a Daniel Sequeira del Valle Miñor montevideano.

Por otra parte, se pone en disputa en este campeonato la ‘Copa El Quijote Hermandad Gallego Asturiana’ que será obtenido en permanencia por la institución que lo conquiste en cinco oportunidades. Esta vez quedó en la sede del locatario, el Valle Miñor de Montevideo, y su presidente Carlos Barcia agradeció la presencia y el deportivismo de los “hermanos de Argentina que como todos los años nos acompañan en nuestro aniversario”.

Aniversario

Fue justamente al inicio de la fiesta aniversario, cuando Barcia agradeció a las autoridades presentes, entre otras al jefe de la Oficina Laboral, Brindis Álvarez, y presidentes y secretarios de varias instituciones, pero también lo hizo con los casi cien visitantes de la vecina orilla que cruzaron el Río de la Plata desde Argentina, para participar algunos como jugadores y otros como hinchada.

Luego agregó que “67 años después de la fundación de nuestra institución, anhelo de quienes nos precedieron” tiene “esta sede social donde tenemos actividades de todo tipo: sociales, recreativas, culturales y deportivas, para todas las edades, condición y género, aplicando una política institucional que tiene impuesta la integración de los jóvenes, lográndose con satisfactorios resultados”.

Así es como “pretendemos sentar nuestro futuro, un futuro de integración en la sociedad uruguaya, sin perder nunca de vista la pertenencia a la colectividad española y a la gallega particularmente. Prueba de ello son nuestros conjuntos artísticos estables que mantienen nuestras tradiciones en canto, música y danza gallega y española”, aseguró.

Sin duda alguna que, tal como lo calificara Barcia, “el juego celta de bolos, motivo fundacional de este centro, hace posible que hoy podamos compartir fraternalmente esta mesa con instituciones argentinas que no dudan en cruzar el río para estar junto a nosotros”.

Finalmente destacó la relación con la Xunta de Galicia, bajo “las nuevas pautas marcadas por la recientemente aprobada Lei de Galeguidade, que establece una nueva relación que pretendemos establecer como corresponde, afianzando la presencia de Galicia y su prolongación en Uruguay con nuestro centro y todas las instituciones de nuestra colectividad gallega”. La fiesta continuó posteriormente con la actuación de los cuerpos de baile y la Banda de Gaitas Irmandade, además de una amena discoteca y orquesta que hizo recordar a los emigrantes y sus descendientes las nostalgias y “morriñas” de su tierra.