El Centro Valenciano de Córdoba colocó el nombre del poeta Miguel Hernández a la biblioteca de la escuela de una cárcel

En el centro educativo Julio Cortázar que funciona en el complejo carcelario de Bouwer

Miembros del Centro Valenciano durante la visita a la biblioteca.

El Centro Valenciano de Córdoba organizó, junto a docentes y autoridades de la escuela Julio Cortázar, que funciona en el complejo carcelario de Bouwer, un encuentro para colocar el nombre del poeta Miguel Hernández a la biblioteca de la institución. Asistieron al acto Silvia Gerosa, directora de la escuela secundaria ‘María Saleme de Burnichón’; Fátima Serione, titular de la Biblioteca Provincial de Maestros; miembros del taller Cuentos y Encuentros y representantes del Centro Valenciano.

Durante la reunión, los alumnos de tercer año Cristian Achával, Sergio González, Hugo Heredia y Roger López leyeron poemas en voz alta y exhibieron dibujos sobre la obra del dramaturgo valenciano. Por su parte, Marcos Bertoglio realizó una emotiva interpretación del poema ‘Del ay al ay por el ay’ y el grupo musical de Gustavo Moya y compañeros interpretaron su adaptación del poema ‘Cada vez que te veo entre las flores’ en ritmo de pasillo colombiano. Más tarde, María Cristina Cordero, Lucrecia Fosat, Esther Suárez, María Cristina Cordero y María Zapata, del taller Cuentos y Encuentros, recitaron varios poemas del autor nacido en Orihuela.

Cabe destacar que la Fundación Cultural Miguel Hernández envió desde Orihuela un pequeño busto del poeta y siete libros editados por la fundación.

En el año 2010 se cumplieron 100 años del nacimiento del poeta español Miguel Hernández, a partir de ese momento el Centro Valenciano de Córdoba dio inicio a un programa de difusión de su vida y obra. Bajo la premisa de que no hay mejor modo de dar a conocer su poesía -y estimular la literatura y la escritura- que acercarla a los jóvenes, en noviembre de 2010 se donaron a once instituciones educativas, libros y videos reunidos bajo el nombre de ‘Tesoro Hernandiano’. Esto incluyó colegios secundarios de la modalidad común y de jóvenes y adultos. Continuando con esta tarea, cabe destacar que en mayo de 2011 se entregaron libros y videos a las cinco escuelas que funcionan en contexto de encierro en la ciudad de Córdoba.

Ana Antolín, responsable del proyecto de homenaje a Miguel Hernández, explica que “hace un tiempo las escuelas nos habían invitado a visitarlas, a crear un taller, a evaluar alguna propuesta donde nosotros podamos llevarles nuestra palabra. Por ejemplo, desde la escuela Julio Cortázar nos propusieron comenzar a trabajar el género epistolario”, sostiene.

Carlos Torino, bibliotecario de la escuela Julio Cortázar, y Emanuel Gatto Mainetti, profesor de Lengua y Literatura, se entusiasmaron con la posibilidad de contar con textos de autor y propusieron, en el marco del programa Bibliotecas Abiertas de Ministerio de Educación, actividades de lectura y expresión artística basadas en la obra del poeta valenciano. Además acordaron con los alumnos que la biblioteca lleve su nombre.

Por último, Ana Antolín señaló que la presencia de los miembros el Centro Valenciano, el grupo de narradoras y las autoridades “brindó la oportunidad de estrechar lazos entre estas instituciones y acordar la continuidad de este tipo de actividades en el futuro”. Además agradeció en nombre del Centro Valenciano al programa Bibliotecas Abiertas “que ayuda a difundir entre quienes deben transitar la particular situación de encierro, la actitud del poeta oriolano, quien logró aún con su palabra nacida en prisión trascender el encierro y proyectarse al mundo entero. Sirva como ejemplo de esperanza, ya que como escribiera el poeta: ‘No, no hay cárcel para el hombre’”.