Si bien enero es el mes que las instituciones de la colectividad española dan licencia a su personal, ya que las tórridas temperaturas hacen que Montevideo quede sin habitantes que huyen a las playas de la costa atlántica, el Centro Gallego de Montevideo es una de las pocas que aloja visitantes en sus instalaciones del Polideportivo de Carrasco, donde además del parque con parrilleros, cuenta también con una piscina abierta y canchas techadas.
Y fue justamente en esta sede donde los comandados por Jorge Torres Cantalapiedra eligieron hacer el homenaje a Alfonso Castelao, con el marco de una tarde donde la lluvia se suspendió horas antes del comienzo.
La ceremonia comenzó musicalizando el poema de Ramón Cabanillas, ‘Irmán Daniel’, para luego continuar con una breve reseña del político gallego en tanto se podía apreciar los dibujos de él acerca de los negros cubanos, una valiosa recopilación que permiten apreciar la sensibilidad de su exilio obligado.
La velada culminaría con un espectáculo de música celta que recorrió también los sones cubanos representados en los mencionados dibujos. Empanadas y vino fueron la excusa perfecta para el reencuentro de la familia del Centro Gallego en lo que fue el primer acto del 2014.
Otro acto a la misma hora
Mientras tanto, en el salón de actos del Patronato da Cultura Galega de Montevideo, su presidenta, Ana Lorenzo, comenzaba en simultáneo otro homenaje al líder galleguista con la participación del taller de declamación que dirige Maribel Calderón, más de medio centenar de socios y amigos, además del presidente de la Unión de Sociedades Gallegas del Uruguay, Carlos Barcia.
Allí protagonizaron la tarde algunos cuentos cortos de Castelao, que fueron leídos por Carmen Díaz, José Otero, Luz Corbillón y, quien ofició de maestro de ceremonias, José Monterroso. También fueron ilustrados en la pantalla gigante por quienes manejan el sonido y luz, José Martínez Graña y Fernando Novo.
Pero el plato principal fue recitado por Carmen Díaz, Carmen Varela, José Otero, Vicente Mosteiro, Consuelo Villar y Ana Lorenzo, quienes derramaron entre el auditorio el sentido poemario de Valentín Paz Andrade, ‘Pranto Matricial’, que fuera escrito cuatro años después de la muerte de Castelao y publicado en 1955 por el Centro Gallego de esta capital del Plata.
El fin del acto fue como un rezo, repitiendo todos las últimas frases, aludiendo al regreso de Castelao a Galicia: “cando ti chegues polo mare”, aunque llegaría por avión en 1984. Los restos de Castelao descansan en el Panteón de Gallegos Ilustres de San Domingos de Bonaval, en Santiago de Compostela.