El Centro Gallego de Montevideo organizó un coloquio sobre la mujer de la emigración

Distintas generaciones de mujeres colocaron una ofrenda floral en el monumento a Rosalía de Castro

Coloquio de la mujer en el Centro Gallego de Montevideo.

En una larga mesa que formaba un rectángulo, mujeres emigrantes gallegas y representantes de varias instituciones españolas, conformaban un cuadro perfecto de lucha por la integración en una sociedad que aún las deja de lado, a pesar que en muchas de las ponencias y discusiones, quedó a la vista que la participación de la mujer aún es muy pequeña en relación a sus capacidades.
La prueba de ello lo dieron las mujeres presentes que en un 80% eran mujeres mayores de 50 años que no tenían que cuidar a sus hijos y podían estar allí, en tanto las menores de 40 eran contadas.
La organización estuvo a cargo de la pro secretaria del Centro Gallego de Montevideo, María Gil, quien núcleo a mujeres de distintas actividades para exponer su pensamiento y experiencia acerca del tema escogido. Ellas fueron la socióloga Anabel Riveiro, la directora del Banco de Previsión Social de Uruguay, contadora Elvira Domínguez, y la presidenta del Partido Popular de Uruguay, la empresaria Esperanza Romariz.
Vale resaltar que la bienvenida al coloquio estuvo a cargo del vicepresidente del Centro Gallego de Montevideo, José Segade, quien alentó “para que esto sea el comienzo, que se sigan reuniendo todas estas mujeres, que sigan defendiendo sus derechos”, subrayando que “no se pueden descuidar, porque ya tenemos la prueba con lo que ha pasado hace poco con el voto emigrante, hay que estar siempre alerta y sigan defendiendo sus derechos que los que creemos en ellos les vamos a defender”.
Sumisión, cambio y esperanza
Luego de las palabras de Segade la noche perteneció a las mujeres, inclusive la dirección del coloquio estuvo a cargo de la periodista Carolina Domínguez, que si bien se desempeña en el área deportiva, igualmente encauzó los distintos debates que surgían de muchas propuestas de carencias que percibían las mujeres tanto en el ámbito privado como estatal de su diario vivir.
La socióloga Riveiro aclaró que si bien las mujeres tienen una educación superior a las de los varones, el salario es inferior y la llegada a los lugares de poder y dirección son más que escasos para el sexo femenino.
Por su parte, la directora del BPS, Elvira Domínguez destacó el apoyo que tuvo hace cinco años atrás de parte de empresarios hombres para representar a los patrones en la entidad de previsión social uruguaya.
Asimismo, Esperanza Romariz, presidenta del PP de Uruguay, aseguró que desde adolescente se dedicó a la empresa de su padre, el recordado José Romariz fundador de la Asociación de Empresarios Gallegos y de la Cámara de Industrias del Uruguay, y actualmente Esperanza es la Gerente General de la misma.
Algunas participantes también detallaron la sumisión a la que estaban sujetas las mujeres emigrantes, que debían además de hacerse cargo de sus hijos, también trabajar y armonizar a la familia protegiéndola en una tierra que los acogía con cierta protección.
Por otra parte, el pasado 8 de marzo por la mañana, en un sentido homenaje del Centro Gallego de Montevideo, distintas generaciones de mujeres emigrantes y sus descendientes, colocaron una ofrenda al pie del monumento a Rosalía de Castro ubicado en la Plaza de Galicia, frente a la costanera del río de la Plata en la capital uruguay.