El Centro Gallego de Montevideo, el más antiguo del mundo, cumple 133 años de vida con nuevos proyectos

El próximo mes comenzarán las obras para construir las canchas de tenis en el Parque Polideportivo

El cónsul, Camba, el consejero de Empleo y el presidente del Centro Gallego soplando la tarta.
Los directivos, junto a socios de 25 y 50 años galardonados y autoridades.
Alborada, el cuerpo de baile del Centro Gallego.
Santiago Camba en su intervención en el Centro Gallego.
Eduardo de Quesada, cónsul en Montevideo, en su intervención en el Centro Gallego.
Jorge Torres, presidente del Centro Gallego de Montevideo, en su intervención.

Con la presencia del cónsul español, Eduado de Quesada, el secretario xeral da Emigración de Galicia, Santiago Camba, y el consejero de Empleo, Andrés González Murga, presidentes de instituciones españolas de Uruguay y el de la Casa de Portugal, además de socios y amigos, el más antiguo de los centros gallegos del mundo celebró la primera noche de septiembre sus 133 años de vida.
Corría el año 1879, en aquel Montevideo tan aldeano que los bomberos tenían una torre en su cuartel general desde la que vigilaban toda la ciudad para detectar los incendios, cuando un grupo de visionarios patriotas gallegos abordó la idea de aglutinar inquietudes de quienes dejando atrás su Galicia natal, se lanzaban a la aventurada búsqueda de un futuro mejor. Fue así que, cuando aún Uruguay y España no habían retomado la relación diplomática, decidieron reunirse bajo un mismo techo en una casa gallega donde poder mitigar aquella ‘morriña’ y la tristeza de la lejanía. Fue justamente el día de Santa Rosa de Lima, el 30 de agosto de 1879, cuando se funda el Centro Gallego de Montevideo, que sería a la postre el primero de la historia.
Mensajes para una fiesta
La noche fue abierta por la alocución de su presidente, Jorge Torres Cantalapiedra, además el primer presidente no nacido en Galicia que tiene la entidad, quien anunció que en el próximo mes comenzarán las obras para construir las canchas de tenis en el Parque Polideportivo que cuenta la entidad, 28.000 metros cuadrados emplazados en la zona más privilegiada de Montevideo.
Torres quiso salir un poco de lo que son todos los discursos de aniversario “donde hacemos un balance de lo actuado”, para alegrarse por la reapertura del Centro de Día del Hogar Español que “demuestra que se está saliendo de la crisis”.
También hizo referencia a las elecciones gallegas que “se han adelantado”, explicando que “es bueno que tratemos de realizar nuestro ejercicio de sufragio, hacerlo con conciencia y de alguna manera lo que nos adelantaba el secretario de Emigración en una reunión que tuvimos al mediodía, la posibilidad de volver a reformar esa ley electoral que nos vuelva a dar el derecho de poder votar sin tener que rogar el voto”, concluyendo que “para eso sin duda vamos a necesitar de la unión de todos los partidos, pero va a ser un logro de la colectividad uruguaya y de la española en todo el mundo; y para nosotros creo que también es muy importante”.
Luego el cónsul español Eduardo de Quesada, saludó a los presentes y dijo “sentirse gallego” al menos en esta noche, “y cómo no serlo en Uruguay, que es fuera de Galicia la tierra más gallega del mundo”. Sintió que esta vez no pudieran asistir autoridades uruguayas, “de todas maneras las autoridades nacionales reconocen el prestigio de esta institución señera entre todas las gallegas y españolas que hay en el Uruguay”.
La fiesta continuó con la entrega de medallas de plata a quienes tenían 25 años en el padrón social, que fueron Mercedes Sis, Eduardo Viña, Claudia Carcacia, Patricia Vieito, Ricardo Arotxarena, Marina Carcacia, Estela Morales y Gerardo Tunes. En tanto la medalla de oro fue para José María Barbeito que cumplió 50 años de socio.
El colorido, ritmo y alegría se lo puso el ballet folklórico Alborada del Centro Gallego que acompañados por los músicos de la casa interpretaron varios bailes de distintas zonas de Galicia que hicieron mover a varios comensales, que para culminar la fiesta no se quedaron en sus asientos.