Con la presencia del cónsul general de España, Eduardo de Quesada, el delegado de la Xunta de Galicia en Uruguay, Manuel Barros, quedó inaugurada el primer lunes de diciembre la exposición fotográfica ‘Emigración galega ás Américas’ en la Sala Rosalía de Castro del Centro Gallego de Montevideo.
Allí hicieron uso de la palabra el delegado Manuel Barros y el cónsul Eduardo de Quesada, con la misma impronta destacando ambos las imágenes que tenían en frente y que muchos de los presentes habían sido protagonistas, algunos con pocos años y otros ya de adolescentes o más.
Esas instantáneas que se pudieron apreciar en esta exposición hasta el pasado 14 de diciembre, reflejan la dureza de la emigración, pero también la ilusión de quien iba en busca de un nuevo horizonte.
Un recorrido gráfico que muestra distintos momentos, distintas fases del itinerario migratorio vivido en el siglo pasado por millares de gallegos, muchos de los que llegaron a la costa uruguaya o a la brasileña para ingresar ilegalmente por tierra a Uruguay.
Una nueva vida les aguardaba en la otra orilla del Atlántico, donde muchos desde sus aldeas nativas terminaron en tiendas, mercerías, cafés, bazares, pensiones o el propio campo, que nada tenía que ver con el suyo, aquí el ganado pastaba mansamente y no había hambre.
En esta muestra del Consello da Cultura Galega, se puede ir descubriendo que la historia de la emigración va más allá de los que hicieron fortuna y consiguieron regresar a su tierra. Muchos no pudieron hacer sus maletas de nuevo para volver a casa.
Así y todo, aunque su viaje fue solo de ida, no olvidaron sus raíces y dejaron esculpidas en la nueva patria de acogida su cultura, sus tradiciones y hasta su forma de vivir.