El Centro Asturiano de Córdoba organizó una velada musical y una charla sobre ‘El Camino de la historia’

La conferencia corrió a cargo del periodista Cristian Moreschi y versó sobre la ciudad de Alta Gracia

Al comienzo del acto los jóvenes músicos Dolores y Martín ofrecieron un concierto que fue muy aplaudido por el público presente.
Durante su alocución, Moreschi explicó que Alta Gracia poseía algunos atractivos a principios del siglo XX que hacían que reyes, artistas, escritores, políticos e intelectuales visitaran esta villa serrana y algunos se quedaran a vivir allí. “Uno de esos atractivos era el Sierras Hotel, que tenía categoría internacional y había sido construido tomando como modelo a un hotel de Calcuta, India. El hotel contaba con casino, cancha de golf, pileta olímpica y comodidades de primer nivel. Otro punto de atracción era el tren que venía desde Buenos Aires, el cual facilitaba el arribo de los visitantes desde cualquier lugar del país y del mundo. Por último, el microclima que tenía Alta Gracia provocó que muchos enfermos de asma, tuberculosis y otras afecciones pulmonares se asentaran allí”, explicó.
Moreschi afirma que “uno de los que se permaneció en la villa a principios del siglo XIX fue el ex virrey Santiago de Liniers, quien había sido un héroe en la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Él compró una estancia construida por los Jesuitas en la villa y residió un tiempo allí, actualmente la estancia es el Museo Jesuítico de Alta Gracia”.
Y agrega: “También vivió en Alta Gracia el genial músico andaluz Manuel de Falla, que se estableció en el pueblo desde 1942 hasta su muerte en 1946. Falla residió en varios lugares de Argentina hasta que recaló en esta villa porque padecía tuberculosis y el clima seco y de altura eran ideales para aliviar su dolencia. Primero vivió en el Sierras Hotel, muchos recuerdan cómo tocaba el piano en el hotel, luego se mudó al chalet ‘Los Espinillos’ gracias a que los amigos le costeaban el alquiler, pues él no tenía una buena posición económica, ya que a causa de la guerra civil no podía cobrar sus derechos de autor. Él desconocía que sus amigos pagaban el alquiler de la vivienda y si se hubiese enterado no lo hubiera permitido. Falla llevaba una vida austera en Alta Gracia y siempre afirmaba que no regresaría a España hasta que no accediera al poder un Gobierno democrático”, señala.
El disertante también se refirió a los años de estancia del Ernesto ‘Che’ Guevara en Alta Gracia. “A causa del asma que padecía desde pequeño, él vivió con su familia durante once años en este lugar, desde 1932 hasta 1943. En Alta Gracia fortaleció su físico, aprendió a sobrevivir subiendo y bajando cerros, nadando en los arroyos, andando a caballo, jugando en el monte o armando trincheras con sus amigos en el fondo de su casa. Allí llevaba una vida libre y sin ataduras, y el asma, que muchas veces le jugaba una mala pasada, no mermó su carácter intrépido y sus grandes dotes de líder”, afirmó.
El polémico Barón Biza
Por último, Moreschi recuerda que el polémico escritor, político y empresario Raúl Barón Biza tenía una estancia sobre la ruta Nº 5 que une a Córdoba con Alta Gracia. “Barón Biza era un asiduo visitante de Alta Gracia en los años ‘30, concurría a las tertulias del Sierras Hotel, visitaba amigos y compañeros del partido radical, en el cual él militaba. Era tan atractivo que cuando entraba al hotel todas las mujeres se daban vuelta para mirarlo. Una anécdota para destacar es que él instaló un bar en la estancia y un día a tres clientes les cobró cinco pesos cada café cuando en realidad valía 20 centavos cada uno, cuando los comensales se quejaron se armó una pelea tremenda y Barón Biza después escribió un tango que se llamó ‘Tres cafés por quince pesos’. Uno de los hechos que impactó la vida de Barón Biza fue la muerte de su esposa Myriam Stefford, cuyo verdadero nombre era Rosa Martha Rossi Hoffmann, una actriz austríaca de la que estaba perdidamente enamorado. A ella le gustaba volar y en uno de sus viajes su avioneta se vino a pique en la provincia de San Juan, tras lo cual falleció. En un conmovedor homenaje a su esposa muerta, Barón Biza hizo construir un monumento en su memoria en las afueras de Alta Gracia, el cual es asiduamente visitado por personas de diferentes lugares del país”, destaca el periodista y añade: “Durante su vida Barón Biza fue protagonista de otros acontecimientos trágicos como el día en que le tiró ácido en el rostro a su segunda mujer Rosa Clotilde Sabattini, hija de un ex gobernador de Córdoba, o cuando se suicidaron dos de sus tres hijos. El propio suicidio de Barón Biza es el epílogo de una serie de tragedias que atravesaron su existencia”, finaliza.
Al concluir la conferencia, los miembros del centro agasajaron a los presentes con un brindis.