El Centro Andaluz Virgen del Rocío de Rosario celebra el Rocío

La ciudad argentina primer lugar del país donde comenzó a celebrarse esta festividad hace 17 años

Carreta rociera.
La procesión.
Uno de los grupos folclóricos que actuó.

El evento, que fue declarado de interés municipal, fue auspiciado por el Arzobispado de la ciudad de Rosario, la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía, el Consulado General de España, la Secretaría de Cultura de la Municipalidad local, el Ente Turístico de la Municipalidad de Rosario y la Federación de Asociaciones Andaluzas de Argentina (Faara).

La procesión comenzó a las 14 horas, cuando los fieles se congregaron en la Plaza López con las típicas carretas, los jinetes e integrantes de la colectividad española y andaluza ataviados para realizar el camino de forma parecida a los romeros que llegan a la aldea del Rocío en Huelva, Andalucía.

La peregrinación inició su recorrido con la carreta principal portando a Nuestra Señora del Rocío, vestida con la capa de encajes y galones dorados; detrás de ella otra carreta llevaba al Sin Pecao. Cerraban la procesión los fieles, unos a pie y otros en carruajes engalanados. Minutos después llegaron al Parque Urquiza, puerta de entrada al Anfiteatro Municipal Humberto De Nito. El descenso de la Virgen a través de las escalinatas del anfiteatro fue muy emotivo llevada en andas por los Romeros y acompañada por jóvenes ataviadas con sus coloridos trajes. En primer lugar iba la Cruz; después, los ciriales y el báculo; seguidamente, la Virgen del Rocío; cerraba el desfile el Sin Pecao; y al final, los fieles.

En el anfiteatro fueron recibidos por el cante del Coro Rociero. Después de colocar en el altar a La Blanca Paloma y, al compás de la canción ‘Cantemos romeros’, empezó la Santa Misa Rociera. En el transcurso de la ceremonia cantó el Coro Rociero, dirigido por Pablo Cándido, acompañado en cajón por Maximiliano Gou.

Estuvieron presentes en la celebración, Clara García, en representación del intendente de la ciudad; el canciller del Consulado General de España, Gerardo Hernández Illanes; la vocal por Argentina en el Consejo de Comunidades Andaluzas, Norma Febrer Ávila; y el secretario de la Faara, Juan Luis Zamora. También asistieron miembros del Centro Andaluz de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz. El Coro de Castañuelas de la misma institución actuó en la romería, recogiendo calurosos aplausos.

Además concurrieron integrantes de la Casa de Andalucía de la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, acompañados de su presidenta, Maruja Viejo, miembros de la Asociación Rociera de Pérez, y representantes de entidades españolas de esta ciudad.

Una vez finalizada la Misa Rociera, la directiva del Centro Andaluz Virgen del Rocío distinguió con una plaqueta al canciller del Consulado general de España por su importante trabajo social y cultural en la ciudad.

Después de la ceremonia religiosa comenzó la romería. Se presentaron en el escenario los cuerpos artísticos del Centro Andaluz, como ‘Nazarí’, conducido por  Carina Nimitán; ‘Las Flores del Rocío’, dirigido por Rosalía Villodres; el cuerpo de danza intermedio ‘Azabache’ y la agrupación principal de danza juvenil ‘Embrujo Gitano’, ambos dirigidos por Analía Villodres. También actuó el grupo de percusión flamenca ‘Contratiempo’, integrado por alumnas del taller de percusión, con el cante de Mariana Albertoldi y la guitarra de Pablo Cándido, dirigido por Maximiliano Gou. El Grupo Flamenco, que reúne a todos los profesores de la entidad, cerró el espectáculo. Hubo dos agrupaciones de danza invitadas: el Ballet Latinoamericano, con la dirección de la prestigiosa coreógrafa Cristina Silvera, y el grupo ‘Esto es Flamenco’, conducido por la bailaora Natalia Álvarez

En diálogo con Andalucía Exterior, Norma Febrer Ávila, presidenta de la institución, expresó: “Es emocionante poder describir lo que se siente en la devoción por la Virgen del Rocío, alegra nuestro espíritu revivir una vez por año el camino y la Misa Rociera en la cual Nuestra Señora se hace criolla y Argentina”. Y agregó: “Si con el tiempo nuestro Rocío atrae multitudes es porque viven en él un fenómeno que los pone en contacto con sus orígenes, costumbres y vivencias. La función simbólica del Rocío, fenómeno religioso y cultural es inmensa y no es extraño que cada vez acudan más personas a vivir un acontecimiento que se ha convertido en un clásico de Rosario y toda su zona de influencia”.