El Barcelona, campeón de la Supercopa de España tras imponerse por 3-2 al Real Madrid

Dos goles y una asistencia de un sublime Leo Messi decantaron la balanza del lado culé

Los jugadores del FC Barcelona posan con la Supercopa tras su victoria ante el Real Madrid.

Guardiola apostó por el equipo campeón de Europa ante el Manchester United en la final de Wembley, comandado por el genio de Rosario, verdugo implacable del eterno rival -dos goles y una asistencia- y blindado en la portería por un enorme Valdés. Mourinho solo hizo un cambio respecto a la ida: Coentrao por Marcelo en el lateral izquierdo.
Pero este Barça, aun corto de preparación, lo único que no ha perdido durante estas vacaciones son sus automatismos ofensivos. Lento en el repliegue, impreciso en la circulación y exigido por un rival con mucha mordiente y pegada arriba tuvo que tirar de nuevo del genio de sus jugadores de tres cuartos de campo para arriba, para sacar el partido adelante, informa Efe.
Dos fogonazos de Messi -un eslalon con asistencia de gol a Iniesta y una pared en medio palmo de área con Piqué y definición magistral del argentino- sirvieron a los azulgranas para adelantarse por dos veces en el marcador. La primera vez, al cuarto de hora, y la segunda, un minuto antes del descanso, cuando rompía de nuevo las tablas en el electrónico que habían devuelto entre Sergio Ramos y Cristiano -este en posición dudosa- a la salida de un córner a los veinte minutos de juego.
Tras el descanso, el conjunto blanco se aferró de nuevo a la heroica. Se olvidó de fabricar fútbol -que había hecho muy bien hasta entonces- y apostó por añadir una dosis extra de agresividad. Volvió la dureza habitual de Pepe, Marcelo y Sergio Ramos, quienes se jugaron la roja en varias acciones.
Cuando ya se olía la prórroga, apareció, cómo no, Leo Messi, para lanzarse a cazar un centro envenenado de Adriano , una volea de ‘9’, de ‘killer’ del área.
La ‘tángana’ final entre ambos equipos y sus respectivos banquillos tras una escalofriante entrada de un desequilibrado Marcelo y las posteriores expulsiones del brasileño, Özil y Villa deslucieron la fiesta.
Especialmente impresentable fue la actuación del entrenador blanco, Jose Mourinho, que se fue directo a por Tito Vilanova, segundo técnico del Barça, y literalmente le metió el dedo en el ojo, provocando mayor enfrentamiento. La resaca del partido se centró casi más en este gesto y la bronca final que en un nuevo título logrado por el Barcelona de Messi y Guardiola. Se sucedieron los cruces de declaraciones, muy duros por parte de Piqué y Xavi contra la actitud de Mourinho, y las justificaciones a la reacción del entrenador luso. El capitán madridista, Íker Casillas, se disculpó ante Xavi y Puyol por los incidentes tratando de rebajar una tensión que todos quieren que no alcance a la Selección española.