La mitad de los emigrantes españoles que se han marchado del país durante la crisis económica decidieron buscar suerte en otro lugar porque en España no veían ningún futuro, conforme un estudio elaborado por el Real Instituto Elcano difundido este viernes.
El trabajo destaca, además, que el 91% de los emigrantes recientes tiene un título universitario y de ellos el 31% una ingeniería.
El sondeo recoge los resultados de una encuesta realizada a 1.182 personas nacidas en España que han emigrado al extranjero después del año 2007. Preguntados por sus razones para abandonar el país, las respuestas más reproducidas fueron la falta de futuro (48%), el objetivo de mejorar la formación (32%) y el paro (30%).
Además, un 19% marcó que estaba trabajando pero sin posibilidades de mejorar profesionalmente (19%) o con un salario “muy bajo” (14%) o que tenía en España una calidad de vida “mala” (14%). El 27% dijo que se marchaba para probar una nueva experiencia, conforme los resultados del estudio.
Siete de cada 10 trabaja
El trabajo del Real Instituto Elcano indica que siete de cada diez emigrados está trabajando y un 6% estudia, mientras que un 11% de los que se marcharon, siguen aún en búsqueda de empleo.
No en vano, encontrar trabajo es uno de los tres principales problemas en el país de destino que refieren los emigrantes, junto al idioma (48%) y encontrar alojamiento (29%). La sobrecualificación ha supuesto un problema para el 19% y el reconocimiento de la titulación lo ha sido para el 14%. Un 18% dijo que no había encontrado dificultades.
En cuanto a los ingresos, el estudio arroja “gran heterogeneidad” pues el grupo más amplio (21%) gana entre mil y dos mil euros al mes, pero hay un 11% de españoles en el extranjero sin ingresos, un 13% de ‘mileuristas’ y un 15% que está percibiendo por encima de los 4.000 euros mensuales.
Otro de los datos que refiere el estudio tiene que ver con la movilidad. El 49% de los emigrantes españoles ya habían emigrado antes a otro país y un 22% tiene planes de hacerlo. Un 32% planea estar fuera entre uno y cinco años y después regresar a casa, mientras que un 30% cuenta con quedarse en la emigración al menos cinco años más.