Mouhannah Almallah Dabbas y Fouad el Morabit respondieron a las preguntas del Ministerio Fiscal, la acusación particular y los abogados de la defensa. Ambos, imputados en el caso del 11-M por su presunta integración en la célula islamista que colaboró en la comisión de los atentados, descargaron culpas sobre uno de los implicados en la masacre que ya no podrá defenderse, Serhane ‘El Tunecino’, que se inmoló en el piso de Leganés. Además, durante la cuarta sesión del juicio por el 11-M, apareció la primera contradicción en las declaraciones: El Morabit desmontó la coartada de Basel Ghalyoun durante la mañana de los atentados.
El primero en declarar en esta cuarta sesión del juicio fue Dabbas, para quien el Ministerio Fiscal pide 12 años de prisión por pertenencia a organización terrorista, igual que para El Morabit. A lo largo del interrogatorio, Dabbas relató que comenzó a reunirse “con otros chicos” en su local de la calle Virgen del Coro con el objetivo de desarrollar actividades teatrales relacionadas con la mezquita de la M-30 y no para visionar cintas sobre la ‘yihad’, como apunta la fiscal Olga Sánchez.
Fue en ese contexto cuando conoció a Imad Eddin Barakat Yarkas, condenado como líder de Al Qaeda en España, y también a Serhane ‘El Tunecino’ a quien conoció en 1996 en clases de español y que intentó reclutarle para la yihad. “Pero yo estaba contento en España”, explicó, añadiendo que llegó a enfadarse con él, ya que no quería que se celebraran reuniones integristas en su local.
Por su parte, a preguntas de su abogada, Eva Aragón, El Morabit se refirió al presunto autor intelectual del 11-M, Rabei Osman El Sayed, ‘Mohamed el Egipcio’, como una persona “torpe” que “se precipita en sus apreciaciones y se dedica a fantasear”. En la sesión anterior, tras declarar Zougam, los también presuntos responsables materiales de los atentados Basel Ghalyoun y Abdelmajid Bouchar negaron su participación en los hechos y descalificaron las pruebas existentes contra ellos.
Trashorras
En la quinta jornada del juicio, Rachid Aglif ‘El Conejo’ relacionó de manera directa a Emilio Suárez Trashorras, el supuesto jefe de la trama asturiana que aportó los explosivos, con la célula acusada de los atentados. Confirmó una reunión en 2003 en Carabanchel entre el ex minero y Jamal Ahmidán, ‘El Chino’, jefe operativo del comando que se suicidó en Leganés.
Por otra parte, el tribunal del 11-M pidió al Gobierno que desclasifique una entrevista que mantuvo Trashorras con miembros del CNI.