Dimisiones en Unió Mallorquina devuelven la estabilidad al Govern tras una nueva crisis

Antich barajó gobernar en minoría y no descartó convocar elecciones

Foto de familia del Govern en la que aparece Miquel Flaquer (2ºi).

Después de conseguir aprobar los Presupuestos del Govern en el Parlamento gracias al apoyo del diputado condenado a cuatro años de cárcel por corrupción Bartomeu Vicens, el presidente del Govern, el socialista Francesc Antich, afirmó que gobernaría en minoría y que no volvería a contar con su apoyo en la Cámara. Sin embargo, horas después, Vicens, que accedió a la Cámara en las filas de Unió Mallorquina (UM), anunció que abandonada su escaño y pasó a ser sustituido por la concejala de UM en Andratx Isabel Alemany, de forma que el Govern, conformado por PSIB, UM y Bloc, volvía a recuperar la mayoría parlamentaria.

Esta breve crisis en el Govern de Antich se producía días después de otra producida por una nueva imputación por corrupción del que era conseller de Turisme, Miquel Ángel Nadal, de UM. Finalmente, Nadal decidició dimitir, según señaló, para defender su inocencia y no perjudicar la estabilidad del Govern, y fue sustitutido por Miquel Ferrer, de Unió Mallorquina. Miquel Ferrer, que era el alcalde de Alcudia, ya tomó posesión de su cargo al frente de la Conselleria de Turisme.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Francesc Antich, dio a conocer el nombre del nuevo titular de Turisme en una rueda de prensa en la que también explicó los detalles del cógido ético que acordaron los integrantes del pacto (PSIB, UM y Bloc) para poner fin a esta crisis. Uno de los aspectos de este código ético indica que ningún imputado en un caso de corrupción podrá ejercer un cargo público.

Así, los seis partidos (cuatro de ellos entonces en el Bloc) que integraban el Govern balear, presidido por el PSIB-PSOE, recompusieron la situación de crisis que vivía el Ejecutivo insular con la negociación y posterior aprobación de un código ético para luchar contra la corrupción de la clase política de esta Comunidad Autónoma.

Así lo explicaba a los periodistas el presidente de Unió Mallorquina (UM), Miquel Àngel Flaquer, -que acaba de dimitir y abandonar la política también debido a un caso de corrupción-.

El presidente balear, Francesc Antich, convocó una reunión conjunta entre PSIB-PSOE, representado por él como secretario general, UM y el Bloc, para evitar la ruptura del Pacto de gobierno en la Comunidad, en el Consell de Mallorca y en el Ayuntamiento de Palma, firmado en 2007 tras las elecciones autonómicas y municipales. Durante este encuentro en el Consolat de Mar, sede del Ejecutivo, no se cuestionó en ningún momento que la presidenta de honor de UM y del Parlament balear, Maria Antonia Munar, debiese abandonar su cargo institucional, a pesar de estar imputada en dos causas judiciales.

Tras la dimisión del conseller de Turismo, Miquel Nadal, imputado también en dos presuntos casos de corrupción, tampoco se puso sobre la mesa la posibilidad de dejasen sus cargos públicos otros dos imputados: el conseller de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt (UM), y el presidente del Consell de Ibiza y diputado autonómico Xicu Tarrés (PSIB-PSOE). Flaquer decía que la implantación del código ético era una “buena idea” propuesta por el Bloc porque daría una imagen de “máxima transparencia” a los ciudadanos en una Comunidad donde hay cerca de una treintena de políticos imputados en supuestos casos de corrupción, incluido el ex presidente del Ejecutivo balear Jaume Matas (PP).

En plena crisis, el presidente Antich, tras una reunión del PSIB, anunciaba una ronda de contactos con todos los partidos, iuncluido el PP que finalmente no accedió a reunirse, para la gobernabilidad de la Comunidad. Antich se refirió a la posibilidad de gobernar en minoría e incluso no descartaba la convocatoria de elecciones anticipadas.

En el tradicional brindis de Navidad con los medios de comunicación, reclamó a todos los partidos políticos de las Islas que opten por una “regeneración interna”. Pese a las circunstancias, Antich hizo referencia a algunas cuestiones positivas del año 2009, como la aprobación de leyes como la de Comercio, la de Barrios o la de Servicios Sociales.

Esquerra sale del Ejecutivo autonómico por el “deterioro democrático”

Esquerra Republicana de Catalunya anunció que sus siete cargos ejecutivos dejan el Govern balear, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma por “la situación política de deterioro democrático” que se vive en Baleares dado el gran número de políticos imputados por casos de corrupción.

Esquerra anuncio su decisión, que tomó en una ejecutiva ampliada del partido nacionalista, justo en el día en que se conoció la condena a cuatro años y medio de cárcel por delitos de corrupción a Bartomeu Vicens. De los siete cargos de este partido, que está en las instituciones dentro de la coalición Bloc, dos pertenecían al Govern, cuatro al Consell y uno estaba en el Ayuntamiento. En el Ejecutivo autonómico son el director general de Innovación y Formación al Profesorado, Josep Serra y el gerente del Consorcio para el Fomento de la Lengua Catalana (COFUC), Jaume Payeras.

En el Consell, Esquerra ocupaba el área de Interior, con Joan Lladò al frente, la Secretaría Técnica de Interior, con Jaume Catalá, la Dirección General de Emergencias, con Ángel Sureda, y la Dirección de Función Pública, con Melcion Galmés. Finalmente, en el Ayuntamiento de Palma está el director general de Archivos, Bibliotecas y Patrimonio, Ferràn Taronjí.