Las detenciones se produjeron a primeras horas de la tarde en una vivienda de la localidad francesa de Cahors, donde los terroristas tenían un importante laboratorio para fabricar explosivos.
La operación fue posible gracias a la información conseguida a raíz de los últimos atentados perpetrados y los datos obtenidos tras la detención del también dirigente del ‘aparato militar’ de ETA, José Antonio Aranibar Almandoz, el pasado 2 de julio, en St. Jean Pied de Port (Francia), junto a un grupo de activistas preparados para cruzar a España para realizar un atentado.
Los últimos detenidos son Luis Ignacio Iruretagoyena, considerado uno de los mayores expertos de ETA en la fabricación artesanal de explosivos.
Alaitz Aramendi Jaunarena, de 29 años de edad, estaba en paradero desconocido, sin que pesara ninguna reclamación judicial contra ella.
Oihan Barandalla Goñi, de 31 años, relacionado con el alquiler de viviendas, entre ellas la casa rural donde mantuvieron secuestrados el fin de semana anterior, al matrimonio dueño de la autocaravana que explosionó en Cuevas de Vinroma (Castellón).
Según los investigadores, ETA pretendía cometer con la furgoneta, cargada con 150 kilos de explosivos, un atentado como el de la T4, en el que murieron dos personas. El acoso policial impidió que ETA usara la citada caravana.
Barandalla también está vinculado al robo de 350 armas y munición en la localidad francesa de Vauvert, en el año 2006.
Uno de los más buscados
Ander Múgica Andonegui, de 25 años, podría estar relacionado con con el vehículo que este año fue abandonado con material explosivo en Ayamonte (Huelva), y se presume que sea el presunto miembro de ETA que este verano abandonó precipitadamente un taxi en Torreblanca (Castellón), donde se encontró una mochila con diverso material de la organización. Su fotografía aparece en los carteles de los seis etarras más buscados por las fuerzas de seguridad del Estado.
En uno de los baños de la vivienda, había un laboratorio para fabricar explosivos, cordón detonante, amonal, cloratita y polvo de aluminio, listos para su empleo. Además, se incautaron de armas, e Interior cree que los etarras estarían preparando un artefacto en un vehículo.