Los socios de la Casa de Soria en Madrid aceptaron la integración de un centenar de personas pertenecientes a la Casa de Salamanca. Este hecho supone la desaparición del centro salmantino, que atravesaba “dificultades económicas”.
El presidente de la Casa de Soria, José María Aceña, explicó que la decisión ha sido apoyada por la “inmensa mayoría” de los socios sorianos, que celebraron el pasado 5 de octubre una asamblea extraordinaria. La Casa de Soria, que confía en mejorar sus presupuestos gracias a las aportaciones de nuevas cuotas, mantendrá el nombre aunque quizás tenga que adaptar los estatutos a la nueva situación, señaló Aceña. La incorporación de los socios del centro salmantino aportará a la Casa una inyección económica de unos 6.000 euros en cuotas. Al mismo tiempo, los socios de la entidad salmantina -que ya no pueden sostener su centro- podrán seguir disfrutando de las actividades e instalaciones de la Casa de Soria.
La fusión la deben aprobar las juntas directivas y las asambleas extraordinarias de ambos centros, una fusión que también debe contar con el beneplácito de la Comunidad de Madrid. En el caso de la Casa de Soria, su junta directiva aprobó la fusión el pasado 19 de septiembre. La situación era complicada puesto que, precisamente, uno de los motivos de la asamblea extraordinaria era afrontar el problema del déficit de la Casa de Soria.