Las discrepancias sobre el proceso soberanista que encabeza Artur Mas provocaron la salida del Gobierno catalán de tres consellers -vicepresidenta incluida- pertenecientes a Unió Democràtica de Catalunya, formación que no comparte la posibilidad de una declaración unilateral de independencia de Cataluña.
Como respuesta, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido del president Artur Mas, decidió poner fin al acuerdo de federación que mantenían desde 1978 bajo el nombre de Convergència i Unió (CiU).
Por otro lado, cabe añadir que el Tribunal Constitucional invalidó la consulta soberanista que promovió la Generalitat el pasado 9 de noviembre y que el Gobierno de España recurrió a este mismo órgano las estructuras de Estado diseñadas por Artur Mas.