“Creo que México es la gran capital de América Latina donde España puso más esfuerzo y corazón”

Entrevista con el cónsul en el país, Miguel Ángel Fernández de Mazarambroz

El cónsul de España en México, Miguel Ángel Fernández de de Mazarambroz.
El cónsul de España en México, Miguel Ángel Fernández de de Mazarambroz.

– Cuéntenos de sus antecedentes diplomáticos, de dónde surge el interés por dedicarse a esto.
Ahora mismo en mi familia hay varios diplomáticos, pero el que empezó en esta carrera fui yo. Me encanta porque me parece que es una manera espléndida de realizarse si uno tiene la vocación y el gusto de trabajar para el Estado. Aunque tiene un poco de la nostalgia del marino que deja su tierra y vuelve cuando puede, tiene la particularidad de que en el trabajo diario hay un contacto anímico con tu país, porque aunque estés del otro lado del mundo eres el gozne de enlace y estás en contacto con la colonia española.
– Su trayectoria es bastante larga…
Voy a cumplir 40 años en esto. Fui embajador muy tempranamente, con 39 años. Empecé mi carrera en Bagdad como secretario de Embajada, cuando Sadam Hussein todavía no estaba en el poder, era el segundo en el gobierno y se encargaba de la policía política, en un mundo muy áspero y aterrador. Allí estuve tres años. De allí me fui a Irlanda, en donde fui consejero de embajador y me tocó un momento muy álgido del enfrentamiento entre católicos y protestantes, pero lo recuerdo como un sitio precioso, en donde estuve cinco años.
Regresé a España y fue subdirector general de Pesquerías Internacionales; como sabrán España es un país en donde se come mucho pescado y sin embargo, tiene poco agua, por lo que había que buscar y gestionar acuerdos con varios países, principalmente del sur -Angola, Mozambique, Guinea, Nigeria, etc.- para conseguir el permiso de pesca para miles de barcos españoles; a eso le dediqué cuatro años. Después me nombraron embajador en Angola, Santo Tomé y Príncipe, en medio de la guerra total, durante tres años. De allí a Nicaragua en donde permanecí cinco años, de los cuales dos y medio me tocó el gobierno sandinista y los otros, la transición a Violeta Chamorro, que fue cuando se pacificó aquello.
Después me nombraron embajador en Misión Especial para Operaciones de Paz, es decir, el medio de enlace entre el Gobierno español y la ONU, en sitios en donde teníamos soldados o policías (Guatemala, Mozambique, Angola, antigua Yugoslavia, etc.). Allí, creamos cursos para policías de todo el mundo, sobre todo iberoamericanos, para ir en misiones de paz, los cuales han tenido un éxito enorme. Más tarde, llegué a Venezuela en donde me tocó el cambio al gobierno del presidente Hugo Chávez. Después Sudáfrica, en donde ya había estado como observador electoral cuando ganó Nelson Mandela.
Regresé a Madrid para ocuparme del llamado ‘Plan África’, que tenía como objetivo crear un plan de acción para España en ese continente desde diferentes aspectos de cooperación, negocios y cultura; al mismo tiempo me desempeñé como una especie de embajador volante en África Occidental para intentar ordenar un poco la emigración procedente del Golfo de Guinea hacia Canarias en pateras; así pudimos bajar de 30.000 a 3.000 la cifra de personas. De allí llegué como cónsul general a Houston donde me ocupaba de Texas, Nuevo México, Oklahoma, Mississipi, Alabama, Arkansas, Tenesse y Louisiana, un territorio casi del tamaño de Europa Occidental, que quitando Florida, California y Arizona es uno de los lugares con más hispanos de Estados Unidos.
– Le han tocado vivir cosas muy interesantes en su recorrido por el mundo
Sí, me han tocado vivir momentos trascendentales, como en Venezuela la entrada de Hugo Chávez, en Nicaragua la de Violeta Chamorro -cuando no se lo esperaba nadie-, así como los momentos más álgidos de la guerra en Angola. Mi tesis doctoral la hice sobre los países que han hecho cambios negociados, y no violentos, para pasar de una situación muy injusta a una situación mucho mejor, como el caso de Sudáfrica.
– ¿Cómo llegó a México, usted lo eligió?
Vamos a decir que es como una lotería cargada, siempre hay una parte de elección y una parte de envío. Por ejemplo, para venir a México había muchos candidatos, ya que es un lugar muy buscado porque es un sitio muy atractivo e importante para España. Creo que la elección tiene más que ver con los méritos y la antigüedad y la experiencia.
– Usted que ha visto tantas cosas, cómo ve la situación actual en el mundo, la crisis, la violencia, ya sabe…
A lo mejor por deformación diplomática yo tengo tendencia y creencia a pensar que las cosas se arreglan, y tenemos que ir haciendo lo que se pueda para cambiarlas en la medida de lo posible. Por ejemplo, cuando Yugoslavia parecía que estallaba, se decía que Europa se enzarzaría en una Tercera Guerra Mundial y no ocurrió así. Así he vivido situaciones muy críticas en donde parecía que la guerra iba a multiplicarse… Creo que los humanos nos metemos en líos horrorosos, pero habitualmente en el último momento solemos intentar solucionarlos, y aunque a veces se van de las manos, muchos se han podido evitar.
– ¿Ya conocía México?
Muy poco… Cuando estuve en Nicaragua di un salto con mi amigo Alberto Aza (1990) que estaba aquí de embajador y fuimos a Cancún.
– Y ¿cómo lo ve? Le toca una situación un tanto complicada, con elecciones tanto en México como en España.
Veo a México con un potencial enorme, la impresión que tengo es muy positiva, para cualquier español es un trozo de corazón, y para mí que conozco bien América Latina, México es la gran capital, donde España puso más esfuerzo y más corazón, aparte de eso, es un país que trata muy bien a los españoles, he hablado aquí con bastantes de ellos y todavía no he encontrado a uno que no esté encantado y hable maravillas de este país. Dicho de manera general, es un país emergente, muy importante.
– Pero hay molestia entre la comunidad española por el voto rogado que se aplicó en las elecciones autonómicas en mayo pasado, en donde muy pocos pudieron votar.
He sabido que no funcionó bien aquí, no lo sé, porque en las últimas elecciones estaba en Houston y allí siempre ha votado muy poca gente y con el voto rogado lo hizo casi la misma cantidad. Entiendo que en México la situación fue diferente… Estoy recolectando información para detectar en dónde pudo fallar el sistema, si tuvo que ver con correos, con los plazos, con las direcciones de las personas, yo creo que hubo muchas pequeñas razones que colaboraron para que el tema no funcionara. Lo que voy a hacer con toda esta información es mandarla a España de inmediato para intentar mejorar el sistema en lo que se pueda, tengo la esperanza de que esta vez funcione mejor.
– ¿Cómo piensa acercarse a la comunidad española?
Voy a intentar ir a los diferentes centros españoles y participar en las celebraciones, por ejemplo, el cuatro de septiembre es la Junta de Covadonga [la entrevista se realizó antes], y ese será el debut en grande, aunque ya he mantenido encuentros con algunos centros. Pienso estar en contacto permanente con ellos ya que agrupan a una parte esencial de los españoles aquí, tanto en el D.F. como en la circunscripción.
– ¿Qué mensaje le envía a la comunidad española residente en México?
Les digo que tengo una experiencia bastante grande, de nueve años en América Latina y cuatro en la Norteamérica, en donde prácticamente el 50% es de origen latino. Voy a trabajar encantado como una pieza más de la comunidad española encabezada por la Embajada. Entiendo que este Consulado ha sido muy activo y entregado, y tanto mi predecesor, Herminio Morales, como la cónsul adjunta María Palacios, se han desvivido por atender a los españoles y a los potenciales españoles, y yo intentaré hacer lo mismo. Espero que encuentren en mí a una persona amigable y cercana, que está a su completo servicio para facilitarles todo, tanto trámites como el enlace con España.