Se realizó en la ciudad de Córdoba el Primer Festival de Cante Flamenco de Argentina con la participación de cuatro de los más reconocidos cantaores del país en el auditorio de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba.
El objetivo del festival fue mostrar las diversas expresiones del cante en este país, con la actuación de artistas de distintos puntos de Argentina. En las próximas ediciones, los organizadores del evento tienen proyectado ampliar los espacios, los artistas, el alcance y morfología del mismo.
El arte flamenco en Argentina es una realidad que adquiere cada vez mayor importancia y un festival de estas características mantiene vivas las tradiciones del flamenco en tres vertientes: el cante, la guitarra y el baile. Éste último y, en menor medida, la guitarra han evolucionado dentro las fronteras nacionales a través de las continuas relaciones con artistas y maestros andaluces; esto unido a la importante masa inmigratoria que se asentó en estas tierras. Desde hace un tiempo también el cante está adquiriendo especial protagonismo.
Durante el espectáculo, el público disfrutó de la interpretación de un abanico de palos que hicieron un recorrido por todos los matices del flamenco en su expresión más pura, con el acompañamiento del legendario guitarrista oriundo de esta ciudad, Enrique de Córdoba, y la participación especial de las bailaoras Montse González y Vanesa de Córdoba, también cordobesas.
La actuación de los cantaores fue muy aplaudida por los espectadores. Uno de ellos era Jeromo Amador, nacido en Buenos Aires, que es el referente nacional más prestigioso de cante flamenco. Amador ha participado en las bienales de flamenco de Argentina y en los espectáculos más reconocidos, junto con grandes artistas como Carmen La Talegona, Rafael Amargo y Diego Amador, entre otros.
Brillantes actuaciones
También colaboró en producciones discográficas acompañando a artistas nacionales como Héctor Romero y Rodrigo González, e internacionales como David Amaya, la Niña Pastori, Josemi Carmona y Diego Torres.
Otro de los artistas que subieron al escenario y brindaron una brillante actuación fue Álvaro González, quien nació en Santa Fe y estudió canto popular, método funcional de la voz, teoría y solfeo, entre otros, para luego abocarse de manera autodidacta al cante flamenco.
Después se perfeccionó con los maestros y cantaores Calixto Sánchez, José de la Tomasa, Arcángel, Jeromo Segura, Virginia Gámez y Rocío Márquez y se especializó en el cante para baile, participando en las clases dictadas por los guitarristas Pedro Sierra, Eduardo Rebollar, Paco Cortés, Daniel ‘Niño de la Pura’ Navarro y el bailaor Antonio ‘Choro’ Molina Redondo.
Ha llevado su arte a los tablaos más concurridos de Buenos Aires como Cantares, Tiempo de Gitanos y Soleares. También ha actuado en escenarios de grandes teatros y tablaos de España, Japón, Holanda, etc…
Más tarde, desde Buenos Aires llegó Juan Alonso para deleitar a los espectadores cordobeses con su arte. Alonso inició sus estudios con el cantaor Carlos Soto López y posteriormente, afianzó sus conocimientos tomando clases con artistas de la talla de Rocío Bazán. De la mano del grupo de flamenco joven Alborada, actuó en numerosas oportunidades obteniendo gran éxito de público. Asimismo participó en otras agrupaciones independientes y tuvo destacadas actuaciones en compañía de maestros como Agustín Hellín y Sergio Sartorio.
La noche culminó con la presentación de Mónica Poblete, referente del cante flamenco cordobés, que conmovió al público con la pasión, destreza y entrega que mostró en cada tema que interpretó. Poblete ha integrado las compañías más reconocidas de la ciudad y compartió escenario con artistas de la talla del legendario cantaor andaluz Enrique Morente. También formó parte de agrupaciones de Córdoba como Arte Flamenco, Los Almendros y Lo Bueno y Lo Malo. En la actualidad se perfecciona tomando clases con cantaores españoles y nacionales.