Según explicó Gimbert a los empresarios españoles que acudieron al evento, ante un panorama económico con creciente desestabilidad y un mayor deterioro del entorno producto de la crisis económica, es necesario llevar adelante un modelo de gestión de negocios basado en elementos claves para determinar la estrategia y la toma de decisiones en un contexto variable.
En ese sentido, propuso como punto de partida que la empresa sepa qué lugar ocupa en el mercado, cuál es su función allí y cuáles son los objetivos para evitar que su estrategia se vuelva caduca. “Sólo si tiene claro por qué sus clientes le compran, por qué le escogen y qué tiene mejor que su competencia, podrá aspirar a anticiparse a esa caducidad”, resaltó.
Gimbert señaló que la estrategia de una empresa debe desarrollarse a partir de cuatro pilares, entre los que se encuentra el mercado como determinante de la estrategia, ya que a partir de su análisis queda claro cuál es el segmento objetivo y las posibilidades de negocio que allí existen. “Una vez definida la estrategia, es necesario establecer cuáles son las actividades y cuáles son los recursos claves del negocio”, afirmó.
De esta manera, las decisiones estratégicas “parten de las necesidades del mercado”, amplió. Sin embargo Gimbert resaltó que existe la posibilidad de determinar la estrategia a partir de las capacidades con las que se cuenta: “Son diferentes modelos estratégicos; la decisión de optar por uno u otro varía en si se contempla lo que necesita el cliente o si se considera el ‘know how’ de cada empresa y de los recursos tangibles e intangibles con los que cada una cuenta”.
Ante la disyuntiva, Gimbert planteó que “hoy en día la realidad es tan compleja que se utilizan los dos modelos en simultáneo”, y completó el concepto subrayando que ante una mayor complejidad del entorno empresarial, se requiere una mayor estructuración y una visión más estratégica. “Es aquí donde la aplicación de los modelos es clave”, concluyó.