La Audiencia Nacional ha condenado a 24 años y medio de cárcel a un gallego-venezolano por quemar viva en 2009 en Venezuela a su novia, a la que maltrataba y que murió días después de la agresión, tras haberse dado él a la fuga hasta que fue detenido en España dos años después.
En su sentencia, la sección primera de la Sala de lo Penal condena al acusado, Alejandro Iglesias Zurita, a 23 años de cárcel por un delito de asesinato con la agravante de parentesco y a un año y seis meses por malos tratos habituales, así como a que indemnice a los padres de la víctima con 300.000 euros, además de prohibirle acercarse a ellos a menos de 500 metros durante 33 años.
La Audiencia Nacional le abrió un procedimiento por este asesinato al no prosperar su extradición a Venezuela, que reclamó la entrega del acusado para juzgarle en ese país a raíz de su detención en Santiago de Compostela (A Coruña) el 14 de junio de 2011.
La entrega finalmente no se produjo, porque la Audiencia Nacional, al acceder a su extradición, puso como condición que en el plazo de dos meses las autoridades venezolanas tenían que ofrecer garantías de reciprocidad y entregar a reclamados españoles, como era el caso en aquellas fechas del etarra Arturo Cubillas, al que después se sumó José Ignacio de Juana Chaos.