CiU se sitúa al borde de la mayoría absoluta con 62 escaños y el PSC sufre un batacazo con sólo 28 diputados

El PP se coloca como tercera fuerza política y todos los integrantes del tripartito se desploman

Artur Mas (c), junto a su mujer, Helena Rakosnik, y el secretario general Duran Lleida.
Montilla acompañado por la ministra Carme Chacón y el ex ministro Celestino Corbacho.

Convergència i Unió (CiU) se situó cerca de la mayoría absoluta en las elecciones catalanas del 28 de noviembre, al conseguir 62 escaños -a seis de los necesarios- aunque podrá gobernar con apoyos puntuales o pactos con alguna formación. Los tres partidos del gobierno tripartito caen, con importantes descensos del PSC, que pasa de 37 a 28 escaños y Esquerra, de 21 a 10, mientras ICV baja dos hasta situarse en diez. El PP se coloca como tercera fuerza política y sube cuatro escaños de forma que tiene dieciocho. Entra con fuerza SI, el partido independentista de Joan Laporta, con 4 diputados.

A falta del recuento del voto de los catalanes residentes en el exterior inscritos en el CERA, el partido de Artur Mas consigue un total de 1.198.010 votos, el 38,2 por ciento del total y se sitúa al borde de la mayoría absoluta, tal como apuntaban las encuestas. Después de dos convocatorias en las que CiU ganaba las elecciones pero no con los suficientes votos como para hacer frente a las alianzas de los partidos progresistas, Artur Mas será presidente, aunque deberá o bien pactar con alguna formación o bien llevar a cabo acuerdos puntuales. En su primera comparecencia tras saber que va a gobernar, Mas tendió la mano a “todos los partidos”, y subrayó el “todos”, para intentar juntos sacar a Cataluña de la crisis.

En el lado de los perdedores, el aún presidente, el socialista José Montilla, anunció que no se volverá a presentar a la reelección al frente del PSC, y el relevo podría llevarse a cabo después de los comicios municipales del mes de mayo del próximo año, así como que renuncia a su escaño en el Parlamento. Los socialistas lograron sólo 28 escaños, nueve menos que en 2006, y 570.361 votos, el 18,19 por ciento del total, siempre a la espera del recuento del voto exterior. En su comparecencia ante los medios, Montila dijo que aunque perdieron las elecciones, los socialistas catalanes no fueron derrotados en sus convicciones y agradeció el trabajo de todos los que le apoyaron en la campaña. Horas antes se produjo una anécdota en la sede de los socialistas catalanes cuando un individuo lanzó un huevo contra el portavoz, Miquel Iceta, que en ese momento valoraba ante la prensa los resultados electorales y que recibió el impacto en la cabeza, sin mayores consecuencias.

Una de las que mayores muestras de alegría dio tras al analizar los resultados electorales fue la candidata del PP, Alicia Sánchez-Camacho, que logró un total de 384.019 votos, el 12,25 por ciento que le suponen dieciocho escaños, frente a los catorce de la convocatocatia de 2006. Declaró Sánchez-Camacho que “el cambio en España comienza esta noche” y que los resultados “históricos” de su partido abren la puerta del cambio que debe llevar a Mariano Rajoy a imponerse en las elecciones generales de 2012. Por su parte, Ciutadans, de Albert Rivera, y con la defensa del uso del idioma castellano con símbolo, se mantiene con el mismo número de escaños, tres, y considera que consolida su proyecto.