CiU gana las autonómicas en Cataluña pero pierde 12 escaños a pesar del adelanto electoral

ERC desplaza a los socialistas como segunda fuerza en el Parlament

El candidato a la reelección de CiU, Artur Mas, en la comparecencia que ofreció tras conocerse los resultados.

El president de la Generalitat de Cataluña y candidato de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, decidió adelantar las elecciones autonómicas en Cataluña tras la manifestación independentista de la Diada del 11 de Septiembre, promovida desde el propio Govern, con el objetivo de ampliar sus resultados y conseguir, lo que ha denominado a lo largo de la campaña, “una mayoría excepcional”. Es decir, aspiraba a lograr la mayoría absoluta. Cabe recordar que la legislatura escasamente completó la mitad de sus cuatro años, puesto que la anterior cita con las urnas fue el 28 de noviembre de 2010.
De fondo a todo esto estaba la crisis económica y los recortes que ha puesto en marcha su Ejecutivo, en materia sanitaria especialmente, además de las dificultades para afrontar pagos como las nóminas de la Administración o las facturas de proveedores provocando un creciente descontento social. De hecho, la mayoría de la oposición a CiU le culpaba de “tapar” esta situación con las ansias soberanistas y la promesa de un referéndum al pueblo catalán para que decida su futuro al margen de España, lo que entienden como el ‘derecho a decidir’ de los ciudadanos de Cataluña.
A esto además se vinieron a sumar las acusaciones de supuesta corrupción en CiU y el Govern y el supuesto cobro de comisiones por parte de Mas y de su predecesor, Jordi Pujol, que publicó los últimos días de la campaña el periódico El Mundo.
Y como resultado de todo ello, CiU se llevó un batacazo importante en las elecciones del 25 de noviembre pese a que se mantuvo como vencedor, con más del doble de los escaños que obtuvo el segundo partido en número de diputados. Sin embargo, la coalición que lidera Artur Mas perdió doce escaños y cerca de 100.000 votos respecto a los resultados de 2010, quedándose con 50 diputados.
Además, con la mayor participación en más de dos décadas, al registrarse un 69,57% frente al 58,78% de noviembre de 2010.
Así, ahora tendrá que buscar socio de gobierno, frente a la holgada mayoría que tenía desde 2010 -con 62 escaños de una mayoría absoluta que está en 68- y todas las miradas apuntan a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que se ha convertido en la segunda fuerza del Parlament, superando a los socialistas. ERC logró más del doble de los votos que recibió hace dos años para alcanzar los 21 diputados.
El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) fue la otra formación que perdió escaños, junto a CiU, y pasó de los 28 que tenía desde 2010 a los 20 actuales. Hasta sus dirigentes dieron por bueno el resultado puesto que las encuestas les daban una debacle aún mayor.
Sube el PP
El Partido Popular (PP) obtuvo un mayor respaldo de los ciudadanos, ya que sumó cerca de 85.000 votos, que se traduce en un acta de diputado más. Es un resultado histórico para los populares en unas elecciones catalanas y más en un contexto de crisis en el que el Gobierno de Mariano Rajoy está realizando duros ajustes que afectan directamente al bolsillo de los contribuyentes.
Los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) también ganaron apoyos y subieron tres escaños hasta los 10.
Otra de las grandes noticias de la jornada fue el espectacular crecimiento de Ciutadanas (C’s), junto con el de ERC. La formación que encabeza Albert Rivera, defensora de la unión de España y Cataluña y contaria al referéndum y al nacionalismo, triplicó su presencia en el Parlament al disponer ahora de nueve representantes.
La novedad en esta legislatura es la irrupción de CUP (candidatura de unidad popular), una suerte de coalición de movimientos independistas, alternativos y radicales antisistema, que recibió el apoyo de la izquierda abertzale vasca y que se estrena en la Cámara con tres diputados.