El Planetario de Pamplona y la Sociedad Española de Astronomía, con el apoyo del Instituto Cervantes, pusieron en marcha la iniciativa ‘Estrella Cervantes’ para que los nombres de Cervantes y de los cuatro personajes literarios puedan usarse en paralelo a la nomenclatura científica ya existente.
La propuesta ‘quijotesca’ se ha convertido en realidad. Cervantes, Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea consiguieron 38.503 votos, un 69% del total de los registrados para este sistema planetario. Fue, además, la propuesta con más votos válidos entre las más de 200 del conjunto del concurso. El resultado de la votación se hizo público en vísperas del comienzo del Año Cervantes 2016, en conmemoración del cuarto centenario de la muerte del escritor español.
‘Estrella Cervantes’ compitió con otras seis opciones de diversos países (Portugal, Italia, Colombia y Japón) para renombrar el sistema planetario μ (leído ‘mu’) Arae, situado a 49,8 años luz de distancia en la constelación Ara (el altar).
Entre el 12 de agosto y el 31 de octubre estuvieron abiertas las votaciones por internet, para todo el mundo y con la única limitación de un voto por dispositivo (ordenador, teléfono, tableta…). La campaña, bautizada como #YoEstrellaCervantes, estuvo presente en las redes sociales y en una web propia (www.estrellacervantes.es).
Altísima participación española
El concurso ‘NameExoWorlds’ de la Unión Astronómica Internacional -la autoridad competente para asignar nombres oficiales a los objetos celestes- supuso la primera ocasión en la que los ciudadanos pudieron escoger los nombres para estrellas y exoplanetas.
Se podía elegir entre un total de 274 nombres propuestos por organizaciones astronómicas de 45 países, y se recibieron más de medio millón de votos (573.242 exactamente), procedentes de 182 países. España fue el tercer país en participación, sólo por detrás de la India y Estados Unidos.
Entre el resto de nuevos nombres adoptados, algunos provienen de figuras mitológicas de diferentes culturas, así como de científicos o personajes de ficción, ciudades antiguas o palabras de lenguas desaparecidas.
Unir la ciencia y las letras
Javier Amentia, director del Planetario de Pamplona, la entidad que presentó la propuesta al concurso, dijo que “esta iniciativa ha cargado de sentido la labor de los que trabajamos por la cultura científica: une en una sola propuesta la ciencia y las letras, y nos ha ilusionado tanto a los que nos dedicamos profesionalmente a la astronomía como a todas aquellas personas que disfrutan mirando al cielo”.
Javier Gorgas, presidente de la Sociedad Española de Astronomía, destacó que “divulgadores y profesionales de la astronomía, medios de comunicación, humanistas y amantes de la literatura hemos trabajado juntos con un único fin: poner a Cervantes y a sus personajes en el lugar que les correspondía entre las estrellas. Don Quijote y sus compañeros nos han ayudado a proclamar que existen muchos más mundos en el Universo. Hemos reivindicado que la ciencia juega un papel central en la cultura, y constatado la pasión del público por la astronomía”.