Cerca de cien cabraliegos de México se reúnen en una comida confraternal

Es la séptima convocatoria para mantener vivas las relaciones y los recuerdos

Un momento de la reunión.

Convocados por Manolo del Corro, Eulogio Fernández, Miguel Ángel Fernández, Juan Luis López y García, y Salvador Sánchez, cerca de un centenar de personas se reunieron este domingo en el restaurante del Centro Asturiano de México. Entre la concurrencia hubo gente proveniente de todos los rincones de Cabrales, pero sobre todo de Arangas, Ortiguero, Poo, Sotres y Tielve.
José Vicente del Carmen Bustillo, alcalde de Cabrales, envió un afectuoso mensaje a los asistentes, en el que señaló que “la comunicación con los emigrantes genera siempre un sentimiento de alegría por el contacto inmediato y otro de melancolía, nunca de tristeza, pues vienen a la memoria hechos, olores, palabras, romerías, duro trabajo, complicidades, todas esas cosas que acontecieron en un lugar común llamado Cabrales, del que fue necesario alejarse para casi un tercio de la población”.
En esta séptima comida anual de cabraliegos en México estuvieron, entre otros, José Francisco López y García, de Arangas; las hermanas López Fernández; Guillermo Fernández Cervera y Eulogio Fernández, de Sotres; Consuelo Herrero, de Tielve; Margarita y Josefina Bustillo, de Poo; Juan José Sierra, Joaquín Álvarez, y Pedro y Vicente Álvarez.
Como en otros años, el ambiente fue de mucha alegría y cariño mutuo. “Los cabraliegos somos reservados de entrada pero nos gusta la fiesta; somos gente de palabra y amigos en el mejor sentido de la palabra”, explicó José María “Chema” Fernández.
En el mensaje, el alcalde Del Carmen Bustillo manifestó que “si algo caracteriza al cabraliego es el carácter emprendedor, su adaptación al medio en que se encuentre”.
La comida incluyó platos de la tradición asturiana y buenos vinos, el imprescindible queso de Cabrales y gaiteros para cantar y bailar. De este modo, los cabraliegos residentes en México mantienen vivas las relaciones entre sí y los nexos con el terruño.