El sábado 10 de diciembre pasado, el Centro Andaluz Virgen del Rocío de la ciudad de Rosario, en Argentina, llevó a cabo la última fiesta del año, la que como ya es tradicional cierra las actividades anuales a modo de broche de oro.
Culmina así un año más, de intensa labor, de muchas actividades, de grandes logros, de concreción de ideas y de crecimiento con la participación entusiasta de sus asociados.
Este tradicional encuentro que invita al abrazo y felicitaciones entre paisanos y socios, junto a la Virgen del Rocío, tuvo su continuidad en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde un año más se pudieron degustar platos tradicionales, dulces y licores de la tierra.
Se representó una ‘Estampa Navideña Andaluza’, juntando a una veintena de niños y jóvenes del Coro de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (lugar en el que se encuentra la Virgen del Rocío) conjuntamente con las jóvenes de los cuerpos de baile flamenco de la institución.
Luego, el grupo de baile dirigido por la bailaora Julieta Dibidino interpretó cinco números, finalizando por sevillanas y rumbas en las que se invitó a todos los presentes a participar.
Por último, fueron presentados los integrantes del Coro Rociero, quienes entonaron villancicos típicamente andaluces, antiguos y de reciente creación, muy populares, acompañándose con sus cañas rocieras, cajón y pandereta, obteniendo la complacencia y el cariño del público, creando un clima de emoción y alegría.
En el emotivo final, hubo intercambio de regalos y entrega de golosinas y obsequios para los más pequeños, se repartieron polvorones, pestiños y turrones con una copita de vino de jerez, como si fuera una zambomba jerezana.
Según palabras de Norma Febrer, presidenta de la institución y socia fundadora, lo principal fue que todas las personas que participaron lo hicieron con especial interés, con el corazón y mucho amor.
Propuso un brindis, por unas felices Fiestas Navideñas y un año 2012 repleto de felicidad para todos y, seguidamente, tanto ella como el resto de directivos, pasaron por las mesas saludando y brindando de manera directa como todos y cada uno de los asistentes.