Casi el 11% de los censados en el Consulado de París emitieron su voto y solo el 3,5% de los inscritos en el de Buenos Aires

La decisión de la JEC hizo posible que se recibieran más papeletas aunque tampoco supuso un cambio sustancial en la participación registrada hasta el viernes 18 de diciembre

Recuento de los sobres de votación en el Consulado de París.
Contando los votos en el Consulado de Montevideo.
Apertura de la urna en el Consulado de España en México.
Una de las urnas en el Consulado de España en Buenos Aires.

Finalizadas las jornadas de depósito del voto desde el Consulado General en París se remitieron a España 8.392 votos que suponen casi el 11% de los 77.601 censados en esta demarcación consular y el 85% de los 9.868 electores que habían solicitado el sufragio , según informa Eduardo Cuña.

En el Consulado se recibieron 7.427 por correo. Las provincias con mayor número de votantes fueron Madrid, con 1.381; Barcelona, 831; Valencia, 566; León, con 300; Ourense, con 284; Granada con 263 y Salamanca con 252.

Los depositados en urna fueron 965 de los cuales 226 fueron a Madrid, 120 a Barcelona, 77 a Valencia, 35 a Pontevedra, 34 a León, 28 a Sevilla, 27 a Orense, 27 a Zaragoza y 25 a Alicante.

El sábado 19 y el domingo 20 votaron 18 personas en urna y 24 no pudieron hacerlo por no haber recibido la documentación. Además, se recibieron 64 votos por correo lo que suma un total de 82 votantes.

En la capital argentina

El Consulado General de España en Buenos Aires, según informó la cónsul adjunta Silvia Cosano, recibió un total de 9.776 votos, de los cuales 7.831 fueron por correo y 1.945 en urna. Los días sábado 19 y domingo 20 de diciembre solamente se sumaron 54 votos, lo que demuestra que la medida adoptada por la Junta Electoral Central de ampliar el plazo de recepción de votos en los consulados no sirvió de mucho en este caso, seguramente porque aquellas personas que no habían recibido la documentación para votar antes del viernes 18 ya no la recibieron antes del domingo 20.

El número de españoles habilitados para votar en esta demarcación era de 280.243, por lo que la participación es de un paupérrimo 3,49 por ciento del total.

A esto se le puede añadir que, según datos a los que ha tenido acceso España Exterior, el total de solicitudes en la demarcación consular de Buenos Aires fue de 13.292 y sólo se recibieron en el Consulado 9.776, el 73,5%, por lo que cerca de 3.500 personas no pudieron votar o su documentación para hacerlo no llegó en el plazo previsto habiéndolo solicitado en tiempo y forma.

A lo largo de los días 16, 17 y 18 de diciembre se acercaron al Consulado personas de todas las edades que, en su mayoría, expresaron su acuerdo en que el sistema de ruego representa una clara dificultad para los emigrantes mayores y sin experiencia en el uso de ordenadores e internet, pero no tanto para las nuevas generaciones de españoles, según informa Leo Vellés.

En unas jornadas que se desarrollaron con absoluta calma y normalidad, el Consulado General de España en Buenos Aires abrió sus puertas para recibir a los ciudadanos españoles que se acercaron hasta esa dependencia diplomática para dejar su voto en las urnas allí dispuestas.

Como ya es habitual, el mayor número de electores se presentó la primera jornada, el miércoles 16 de diciembre. A pesar de ello, el tránsito fue fluido ya que había cuatro urnas disponibles atendidas por personal del Consulado.

A pesar de que Buenos Aires es la demarcación que cuenta con el mayor número de inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), las trabas que supone al ejercicio del derecho a voto el sistema de ruego que rige en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) se vieron reflejadas en el escaso número de solicitudes de papeletas enviadas a España.

Según pudo constatar el delegado de este medio presente en la primera jornada de votación, se acercaron al Consulado personas de todas las edades que, en su mayoría, expresaron su acuerdo en que el sistema de ruego representa una clara dificultad para los emigrantes mayores y sin experiencia en el uso de ordenadores e internet, pero no tanto para las nuevas generaciones de españoles.

“El sistema es un poco complicado”, admitió Silvia Cabaleiro, hija de emigrantes gallegos, quien ejerció su derecho a voto por primera vez desde que obtuvo la nacionalidad española: “Además de ser muy importante, el hecho de votar es muy emotivo para mí”, recalcó.    

Félix Sánchez es un madrileño que llegó a Buenos Aires hace siete años. “Las elecciones son el acto más importante de la democracia, porque es algo que en España no hemos tenido por muchos años y entonces es un deber participar”, aseguró. Respecto al sistema de voto, explicó que el ruego lo hizo por internet “y no he tenido ningún problema”.

Hernán Rey, un nieto de emigrantes gallegos que accedió a la nacionalidad española hace cuatro años, contó que votar para las elecciones españolas es una manera de mantener vivas las tradiciones familiares. Aunque manifestó no haber tenido problemas para rogar al voto, admitió que el sistema “es un poco complicado”.

Por su parte, Julián Pauloni, un joven de 31 años nieto de emigrantes gallegos por parte de madre, afirmó con convicción: “Trato de mantenerme lo más informado que pueda sobre lo que pasa en España y siempre que puedo votar lo hago. Para mí, que estoy acostumbrado a usar internet, no ha sido un problema tener que rogar el voto, pero creo que para una persona mayor puede ser más complicado”, subrayó.

En el mismo sentido opinó Mónica Barbeira, hija de emigrantes gallegos, quien, más allá de expresar su felicidad por poder votar y transmitir este acto a su pequeña hija, a quien ya le está tramitando la nacionalidad española, admitió que, si bien no tuvo problemas para rogar el voto, su madre y su tío necesitaron indefectiblemente de su ayuda para poder realizar el trámite, por lo que se lamentó de que “no todos los adultos mayores tienen a gente joven cerca para ayudarlos y eso seguramente es algo que no los incentive a votar”.

“Vine de Galicia hace mil años”, contó con humor Evaristo Villasevil, quien emigró a Buenos Aires en 1947. “Siento una gran satisfacción al poder votar, porque es una forma de colaborar con mi país”, explicó. A diferencia de otros testimonios, Evaristo se mostró de acuerdo con el sistema de voto rogado. “El que tiene interés en votar que pida el voto, me parece lógico, además antes mandaban un montón de papeletas que representaban un gasto inútil porque mucha gente igual no votaba”, afirmó.

Participación del 5% en Uruguay

La prolongación del plazo del voto en los consulados posibilitó que en Montevideo se registraran 43 votos más, repartidos en 26 presenciales en urna y 17 recibidos por el correo uruguayo, que de no haber sido por la medida de la Junta Electoral Central se hubieran perdido, informó Manuel L. Faraldo.

En Uruguay había censados 57.007 electores, de los que tan solo 4.023, el 7 por ciento, rogaron el voto. El número total de votos enviados a España en esta oportunidad ascendió a 2.860, un 5% de los censados y el 71% de los que rogaron el voto, lo que habla a las claras la voluntad de quienes pasaron por todo el proceso de ruego del voto y tuvieron la fortuna de que correos lo entregara en tiempo y forma.

La totalidad de votos recibidos por correo en el Consulado sumadas las remesas del viernes y domingo, fueron 2.131 sobres, lo que totaliza un 74,5% del total de votos emitidos, en tanto 729 españoles decidieron acercarse hasta la oficina consular de la calle Libertad y allí depositar en urna su voto.

El cónsul general, Manuel Fairén, explicó que, una vez que se recibió la notificación de la ampliación del plazo se enviaron “comunicados a todos los medios de prensa, así como también solicitamos a los partidos aquí representados que informasen sobre esta ampliación del plazo”.

Por otra parte, el correo uruguayo informó al Consulado que había quince sobres recibidos el jueves que no pudieron ser entregados a los destinatarios, por lo que de inmediato funcionarios del consulado llamaron a cada uno de los titulares de esos sobres para notificarles que podían retirarlos en correos y entregar su voto en el Consulado el fin de semana.

Todos estos esfuerzos fueron realizados para intentar sanear un mecanismo totalmente inadecuado para que los españoles residentes en el exterior puedan ejercer su derecho al voto, tal como lo calificaron delegados de Podemos, del PSOE y del PP que estaban presentes durante los cinco días de recepción de votos.

Sin embargo, ya pasadas las 17 horas del viernes 18 de diciembre se cerró la votación en el Consulado como estaba previsto, sin producirse el ingreso de nadie más que quisiera votar, y se procedió a ordenar los votos presenciales de las tres urnas para ubicarlas por provincia, luego unificarlos con los que se recibieron por correo uruguayo y así finalmente completar la valija diplomática que el sábado por la mañana salió rumbo a Madrid.

A pesar de que ninguno de los delegados pensaban que se podía aumentar el número de votantes, al final el domingo por la tarde a las 16 horas, 20 de España, el cónsul decidió prolongar el plazo diez minutos para que dos ciudadanos que llegaron sobre la hora depositaran sus votos en urna. Así fue como 43 votos se recibieron el fin de semana, de los que 26 lo hicieron en forma presencial y 17 llegaron del correo uruguayo.

Las jornadas de depósito del voto transcurrieron con normalidad. El Consulado tuvo que suspender la sección de Notaría para poder brindar más personal en las dos mesas de recepción de votos, que además estaban acompañadas por delegados de Podemos y del Partido Popular, en este último caso su propio presidente, Constantino Mato.

Las dificultades para la mayoría de los votantes, emigrantes de avanzada edad, no solo estuvieron en rogar el voto, sino también en llenar correctamente el sobre de votación que viajará a la circunscripción electoral que le corresponda. Así se podía observar a varios que entraban una y otra vez a las mesas receptoras de votos para recibir la correspondiente instrucción.

La anécdota la protagonizó una pareja de vecinos de Santiago de Compostela que están de viaje por Uruguay, donde vivieron varios años, y que se presentaron en el Consulado para enviar su voto a Compostela. Los funcionarios consulares les negaron esa posibilidad ya que según la Ley Electoral tendrían que haber enviado el voto por correo directamente a España al tratarse de españoles residente temporalmente en el extranjero. Pero desde Montevideo deberían pagar casi 15 euros por sobre y “estamos contando la plata que tenemos porque no sé si llegamos”, afirmando su voluntad de votar.

Poco más del uno por ciento en México

Un total de 116 ciudadanos españoles más pudieron votar en México gracias a la decisión de la Junta Electoral Central de ampliar el plazo para recibir los votos en los Consulados del viernes 18 al domingo 20 de diciembre.

Se recibieron en estos dos días 79 votos por correo y 37 en urna, que se sumaron a los 1.354 votos ya enviados por valija diplomática, de los tres días anteriores. Así, en total, en la demarcación consular de México D. F. votaron 1.470 ciudadanos españoles de los más de 86.500 españoles censados, lo que supone una paupérrima participación del 1,7 por ciento, informa Begoña Ayuso.

En el Consulado de Guadalajara se recibieron 110 votos (106 en urna y 4 por correo) y en el de Monterrey 59 (36 en urna y 23 por correo). El número total de voto enviados desde México fue de 1.639 en un país donde hay censados 102.514 españoles. Es decir, una participación del 1,59%

Muchos electores acudieron a las oficinas postales locales con la esperanza de encontrar allí sus papeletas para poder votar este fin de semana, pero el éxito fue casi nulo y la indignación mayúscula.  

Los votos recibidos el fin de semana fueron contados por el Cónsul General de España en México, Fernando Valderrama y el Cónsul Adjunto, Guzmán Palacios, antes los representantes de los diversos partidos políticos, antes de ser enviados a su destino en España.

El Consulado de México registró una afluencia importante de personas que acudieron a depositar sus votos en la única urna que se colocó en la dependencia consular para recibir los documentos.

Cientos de españoles se trasladaron al Consulado con la intención de poder ejercer su derecho a votar. Sin embargo, muchos de ellos se tuvieron que ir, enojados, ya que por una u otra razón no lo pudieron hacer. Los principales motivos fueron que no tenían los documentos completos, o se habían equivocado de sobre, o no llevaban los dos certificados de inscripción al censo electoral. Otros más eran ciudadanos españoles con residencia temporal que debían haber enviado su voto por correo a más tardar el 15 de diciembre, ya que como les explicó un funcionario en “urna sólo se reciben los votos de los españoles residentes en el país”.

Por otra parte, numerosos ciudadanos españoles, acudieron al Consulado con la intención de poder votar a pesar de no contar con las papeletas electorales, ya que como ha sucedido en las últimas elecciones, a una gran cantidad de personas no les llegaron los documentos a tiempo.

Uno de ellos fue el miembro del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Jaro Paz, quien señaló que mientras no se cambie la ley electoral para los residentes en el exterior (Loreg) esto no va a funcionar nunca. “Y esa es una tarea que tienen que llevar a cabo los partidos políticos, que igual que se pusieron de acuerdo para ponerla, pueden hacer lo mismo para modificarla”, dijo.

Una mujer, de Asturias, se quejó de que había solicitado las papeletas hacía más de un mes y no había recibido nada, por lo que exigía su derecho a votar, cosa que no sucedió. A ella, como a muchos otros, se les aconsejó acercarse a las oficinas postales a ver si allí podían recuperar los documentos a tiempo.

Finalizadas las jornadas de depósito del voto desde el Consulado General en París se remitieron a España 8.392 votos que suponen casi el 11% de los 77.601 censados en esta demarcación consular y el 85% de los 9.868 electores que habían solicitado el sufragio , según informa Eduardo Cuña. 
En el Consulado se recibieron 7.427 por correo. Las provincias con mayor número de votantes fueron Madrid, con 1.381; Barcelona, 831; Valencia, 566; León, con 300; Ourense, con 284; Granada con 263 y Salamanca con 252.
Los depositados en urna fueron 965 de los cuales 226 fueron a Madrid, 120 a Barcelona, 77 a Valencia, 35 a Pontevedra, 34 a León, 28 a Sevilla, 27 a Orense, 27 a Zaragoza y 25 a Alicante.
El sábado 19 y el domingo 20 votaron 18 personas en urna y 24 no pudieron hacerlo por no haber recibido la documentación. Además, se recibieron 64 votos por correo lo que suma un total de 82 votantes.
En la capital argentina
El Consulado General de España en Buenos Aires, según informó la cónsul adjunta Silvia Cosano, recibió un total de 9.776 votos, de los cuales 7.831 fueron por correo y 1.945 en urna. Los días sábado 19 y domingo 20 de diciembre solamente se sumaron 54 votos, lo que demuestra que la medida adoptada por la Junta Electoral Central de ampliar el plazo de recepción de votos en los consulados no sirvió de mucho en este caso, seguramente porque aquellas personas que no habían recibido la documentación para votar antes del viernes 18 ya no la recibieron antes del domingo 20.
El número de españoles habilitados para votar en esta demarcación era de 280.243, por lo que la participación es de un paupérrimo 3,49 por ciento del total.
A esto se le puede añadir que, según datos a los que ha tenido acceso España Exterior, el total de solicitudes en la demarcación consular de Buenos Aires fue de 13.292 y sólo se recibieron en el Consulado 9.776, el 73,5%, por lo que cerca de 3.500 personas no pudieron votar o su documentación para hacerlo no llegó en el plazo previsto habiéndolo solicitado en tiempo y forma.
A lo largo de los días 16, 17 y 18 de diciembre se acercaron al Consulado personas de todas las edades que, en su mayoría, expresaron su acuerdo en que el sistema de ruego representa una clara dificultad para los emigrantes mayores y sin experiencia en el uso de ordenadores e internet, pero no tanto para las nuevas generaciones de españoles, según informa Leo Vellés.
En unas jornadas que se desarrollaron con absoluta calma y normalidad, el Consulado General de España en Buenos Aires abrió sus puertas para recibir a los ciudadanos españoles que se acercaron hasta esa dependencia diplomática para dejar su voto en las urnas allí dispuestas.
Como ya es habitual, el mayor número de electores se presentó la primera jornada, el miércoles 16 de diciembre. A pesar de ello, el tránsito fue fluido ya que había cuatro urnas disponibles atendidas por personal del Consulado.
A pesar de que Buenos Aires es la demarcación que cuenta con el mayor número de inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), las trabas que supone al ejercicio del derecho a voto el sistema de ruego que rige en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) se vieron reflejadas en el escaso número de solicitudes de papeletas enviadas a España.
Según pudo constatar el delegado de este medio presente en la primera jornada de votación, se acercaron al Consulado personas de todas las edades que, en su mayoría, expresaron su acuerdo en que el sistema de ruego representa una clara dificultad para los emigrantes mayores y sin experiencia en el uso de ordenadores e internet, pero no tanto para las nuevas generaciones de españoles.
“El sistema es un poco complicado”, admitió Silvia Cabaleiro, hija de emigrantes gallegos, quien ejerció su derecho a voto por primera vez desde que obtuvo la nacionalidad española: “Además de ser muy importante, el hecho de votar es muy emotivo para mí”, recalcó.     
Félix Sánchez es un madrileño que llegó a Buenos Aires hace siete años. “Las elecciones son el acto más importante de la democracia, porque es algo que en España no hemos tenido por muchos años y entonces es un deber participar”, aseguró. Respecto al sistema de voto, explicó que el ruego lo hizo por internet “y no he tenido ningún problema”.
Hernán Rey, un nieto de emigrantes gallegos que accedió a la nacionalidad española hace cuatro años, contó que votar para las elecciones españolas es una manera de mantener vivas las tradiciones familiares. Aunque manifestó no haber tenido problemas para rogar al voto, admitió que el sistema “es un poco complicado”.
Por su parte, Julián Pauloni, un joven de 31 años nieto de emigrantes gallegos por parte de madre, afirmó con convicción: “Trato de mantenerme lo más informado que pueda sobre lo que pasa en España y siempre que puedo votar lo hago. Para mí, que estoy acostumbrado a usar internet, no ha sido un problema tener que rogar el voto, pero creo que para una persona mayor puede ser más complicado”, subrayó.
En el mismo sentido opinó Mónica Barbeira, hija de emigrantes gallegos, quien, más allá de expresar su felicidad por poder votar y transmitir este acto a su pequeña hija, a quien ya le está tramitando la nacionalidad española, admitió que, si bien no tuvo problemas para rogar el voto, su madre y su tío necesitaron indefectiblemente de su ayuda para poder realizar el trámite, por lo que se lamentó de que “no todos los adultos mayores tienen a gente joven cerca para ayudarlos y eso seguramente es algo que no los incentive a votar”.
“Vine de Galicia hace mil años”, contó con humor Evaristo Villasevil, quien emigró a Buenos Aires en 1947. “Siento una gran satisfacción al poder votar, porque es una forma de colaborar con mi país”, explicó. A diferencia de otros testimonios, Evaristo se mostró de acuerdo con el sistema de voto rogado. “El que tiene interés en votar que pida el voto, me parece lógico, además antes mandaban un montón de papeletas que representaban un gasto inútil porque mucha gente igual no votaba”, afirmó.
Participación del 5% en Uruguay
La prolongación del plazo del voto en los consulados posibilitó que en Montevideo se registraran 43 votos más, repartidos en 26 presenciales en urna y 17 recibidos por el correo uruguayo, que de no haber sido por la medida de la Junta Electoral Central se hubieran perdido, informó Manuel L. Faraldo.
En Uruguay había censados 57.007 electores, de los que tan solo 4.023, el 7 por ciento, rogaron el voto. El número total de votos enviados a España en esta oportunidad ascendió a 2.860, un 5% de los censados y el 71% de los que rogaron el voto, lo que habla a las claras la voluntad de quienes pasaron por todo el proceso de ruego del voto y tuvieron la fortuna de que correos lo entregara en tiempo y forma.
La totalidad de votos recibidos por correo en el Consulado sumadas las remesas del viernes y domingo, fueron 2.131 sobres, lo que totaliza un 74,5% del total de votos emitidos, en tanto 729 españoles decidieron acercarse hasta la oficina consular de la calle Libertad y allí depositar en urna su voto.
El cónsul general, Manuel Fairén, explicó que, una vez que se recibió la notificación de la ampliación del plazo se enviaron “comunicados a todos los medios de prensa, así como también solicitamos a los partidos aquí representados que informasen sobre esta ampliación del plazo”.
Por otra parte, el correo uruguayo informó al Consulado que había quince sobres recibidos el jueves que no pudieron ser entregados a los destinatarios, por lo que de inmediato funcionarios del consulado llamaron a cada uno de los titulares de esos sobres para notificarles que podían retirarlos en correos y entregar su voto en el Consulado el fin de semana.
Todos estos esfuerzos fueron realizados para intentar sanear un mecanismo totalmente inadecuado para que los españoles residentes en el exterior puedan ejercer su derecho al voto, tal como lo calificaron delegados de Podemos, del PSOE y del PP que estaban presentes durante los cinco días de recepción de votos.
Sin embargo, ya pasadas las 17 horas del viernes 18 de diciembre se cerró la votación en el Consulado como estaba previsto, sin producirse el ingreso de nadie más que quisiera votar, y se procedió a ordenar los votos presenciales de las tres urnas para ubicarlas por provincia, luego unificarlos con los que se recibieron por correo uruguayo y así finalmente completar la valija diplomática que el sábado por la mañana salió rumbo a Madrid.
A pesar de que ninguno de los delegados pensaban que se podía aumentar el número de votantes, al final el domingo por la tarde a las 16 horas, 20 de España, el cónsul decidió prolongar el plazo diez minutos para que dos ciudadanos que llegaron sobre la hora depositaran sus votos en urna. Así fue como 43 votos se recibieron el fin de semana, de los que 26 lo hicieron en forma presencial y 17 llegaron del correo uruguayo.
Las jornadas de depósito del voto transcurrieron con normalidad. El Consulado tuvo que suspender la sección de Notaría para poder brindar más personal en las dos mesas de recepción de votos, que además estaban acompañadas por delegados de Podemos y del Partido Popular, en este último caso su propio presidente, Constantino Mato.
Las dificultades para la mayoría de los votantes, emigrantes de avanzada edad, no solo estuvieron en rogar el voto, sino también en llenar correctamente el sobre de votación que viajará a la circunscripción electoral que le corresponda. Así se podía observar a varios que entraban una y otra vez a las mesas receptoras de votos para recibir la correspondiente instrucción.
La anécdota la protagonizó una pareja de vecinos de Santiago de Compostela que están de viaje por Uruguay, donde vivieron varios años, y que se presentaron en el Consulado para enviar su voto a Compostela. Los funcionarios consulares les negaron esa posibilidad ya que según la Ley Electoral tendrían que haber enviado el voto por correo directamente a España al tratarse de españoles residente temporalmente en el extranjero. Pero desde Montevideo deberían pagar casi 15 euros por sobre y “estamos contando la plata que tenemos porque no sé si llegamos”, afirmando su voluntad de votar.
Poco más del uno por ciento en México
Un total de 116 ciudadanos españoles más pudieron votar en México gracias a la decisión de la Junta Electoral Central de ampliar el plazo para recibir los votos en los Consulados del viernes 18 al domingo 20 de diciembre.
Se recibieron en estos dos días 79 votos por correo y 37 en urna, que se sumaron a los 1.354 votos ya enviados por valija diplomática, de los tres días anteriores. Así, en total, en la demarcación consular de México D. F. votaron 1.470 ciudadanos españoles de los más de 86.500 españoles censados, lo que supone una paupérrima participación del 1,7 por ciento, informa Begoña Ayuso.
Muchos electores acudieron a las oficinas postales locales con la esperanza de encontrar allí sus papeletas para poder votar este fin de semana, pero el éxito fue casi nulo y la indignación mayúscula.   
Los votos recibidos el fin de semana fueron contados por el Cónsul General de España en México, Fernando Valderrama y el Cónsul Adjunto, Guzmán Palacios, antes los representantes de los diversos partidos políticos, antes de ser enviados a su destino en España.
El Consulado de México registró una afluencia importante de personas que acudieron a depositar sus votos en la única urna que se colocó en la dependencia consular para recibir los documentos.
Cientos de españoles se trasladaron al Consulado con la intención de poder ejercer su derecho a votar. Sin embargo, muchos de ellos se tuvieron que ir, enojados, ya que por una u otra razón no lo pudieron hacer. Los principales motivos fueron que no tenían los documentos completos, o se habían equivocado de sobre, o no llevaban los dos certificados de inscripción al censo electoral. Otros más eran ciudadanos españoles con residencia temporal que debían haber enviado su voto por correo a más tardar el 15 de diciembre, ya que como les explicó un funcionario en “urna sólo se reciben los votos de los españoles residentes en el país”.
Por otra parte, numerosos ciudadanos españoles, acudieron al Consulado con la intención de poder votar a pesar de no contar con las papeletas electorales, ya que como ha sucedido en las últimas elecciones, a una gran cantidad de personas no les llegaron los documentos a tiempo.
Uno de ellos fue el miembro del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Jaro Paz, quien señaló que mientras no se cambie la ley electoral para los residentes en el exterior (Loreg) esto no va a funcionar nunca. “Y esa es una tarea que tienen que llevar a cabo los partidos políticos, que igual que se pusieron de acuerdo para ponerla, pueden hacer lo mismo para modificarla”, dijo.
Una mujer, de Asturias, se quejó de que había solicitado las papeletas hacía más de un mes y no había recibido nada, por lo que exigía su derecho a votar, cosa que no sucedió. A ella, como a muchos otros, se les aconsejó acercarse a las oficinas postales a ver si allí podían recuperar los documentos a tiempo.