Un día después de que los consejos de administración de Caja España y Caja Duero acordaran por unanimidad dar el sí al proceso de fusión y Caja de Burgos se descolgará, también por unanimidad, del proyecto, Herrera y López mantuvieron una reunión con los presidentes de Caja España, Santos Llamas, y de Caja Duero, Julio Fermoso, para conocer el contenido del acuerdo y ofrecerles el respaldo político. En este sentido, los cuatro coincidieron en la necesidad de trabajar juntos por culminar un proceso de fusión que calificaron de “profesional e independiente” y que ha estado “despolitizado”, a tenor de las decisiones alcanzadas por unanimidad de los tres consejos de administración.
Santos Llamas y Julio Fermoso explicaron que ahora van a partir con el “contador a cero” para concretar la estructura de funcionamiento. Así elaborarán un plan de viabilidad que confían tener listo en este mes. A la par, se convocará a los representantes sindicales para negociar el pacto laboral que deberá estar concluido antes de febrero, mes en que está prevista una nueva reunión de los consejos de administración de las entidades para dar el visto bueno definitivo a la fusión. El calendario fijado por estas entidades prevé que el próximo 1 de julio empiece a funcionar la caja fusionada.
Por su parte, la entidad burgalesa argumentó divergencias de criterio en cuanto al diseño de la nueva caja que “no permitiría conseguir el modelo de gestión que necesita una crisis y una fusión en el plazo más corto posible”.