Bravo Bosch mantiene un encuentro con los 135 participantes del programa Reencontros na terra 2013

El día 16 de octubre finalizaron su estancia en la Residencia de Tiempo Libre de Panxón

El alcalde de Nigrán, Alberto Valverde, y la delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, con los participantes en el programa Reencontros na terra 2013.

La delegada territorial de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, acompañada por el alcalde de Nigrán, Alberto Valverde, y el subdirector xeral da Emigración, Ramón Brigos, mantuvo el 15 de octubre un encuentro con los 135 participantes del programa Reencontros na terra 2013 que pasan estos días en la Residencia de Tiempo Libre de Panxón.

El programa, organizado por la Secretaría Xeral da Emigración en colaboración con la Consellería de Traballo e Benestar, tiene por finalidad favorecer el acercamiento a su tierra y a sus familias de los emigrantes gallegos de más de 65 años de edad.

Procedentes de Argentina, Uruguay, Venezuela, Brasil, Cuba y Paraguay, los participantes cuentan con uno completo programa que se desarrolla a lo largo de tres meses con dos fases diferenciadas, siendo la primera de ellas una estadía de dos semanas en la Residencia de Tiempo Libre de Panxón que comenzó el pasado 3 de octubre y terminó el día 16 de octubre.

Por este motivo, la delegada de la Xunta y el alcalde de la localidad quisieron pasar un rato con ellos para conocer sus experiencias y todas las actividades que realizaron en estos 15 días de estadía en el municipio nigranés. Llevaron a cabo diversas actividades recreativas y culturales en la residencia, pero también excursiones a distintos lugares de la geografía gallega para un mejor conocimiento de la Galicia de hoy en día. Estuvieron así en Santiago de Compostela, Combarro o Vigo, pero también visitaron otras zonas del Val Miñor como Monteferro, Monte Lourido o el mercadillo de Patos.

A partir del día 16 comenzaron la segunda fase del programa que consiste en una estadía con sus familiares de Galicia con los que pueden estar hasta completar un tiempo máximo de tres meses. Se trata de un complemento a la estancia oficial que supone para muchos de los beneficiarios una oportunidad única de encontrar sus raíces más singulares y personales, y redescubrir los enlaces familiares dejadas atrás, pero no por eso olvidadas.