En ese sentido, la Consellería concederá una subvención de hasta 12.000 euros a fondo perdido para la rehabilitación y ejecución de obras de mejora de viviendas cuyos propietarios deseen incorporar las al Programa, lo que supone un aumento del cien por ciento respecto a la concedida hasta ahora, de 6.000.
El objetivo es dar nuevos incentivos a los propietarios e intentar reducir la diferencia entre la demanda y la oferta, ya que hay más solicitudes que viviendas ofertadas, al tiempo que subvencionar una media de 4.500 alquileres anuales.
Respecto a los inquilinos, la modificación del programa amplía el ámbito de posibles beneficiarios de las subvención al arrendamiento, al aumentar el nivel máximo de ingresos que pueden percibir los demandantes.
En concreto, los ingresos ponderados máximos pasan a ser de hasta tres veces el Indicador público de Renta (Iprem), de forma que podrán tener acceso quienes tengan ingresos de entre 4.695 euros al año, 0,7 veces este indicativo, y 20.121, tres veces. El anterior decreto establecía que los inquilinos no podían superar unos ingresos ponderados de 2,5 veces y 16.758 euros.
La cuantía máxima del alquiler subvencionable también experimenta un crecimiento, ya que hasta ahora está fijada en 450 euros en todos los ayuntamientos, y ahora pasa a ser de 600 en las grandes ciudades y de 500 en el resto de municipios.