La víctima llevaba muchos años viviendo en la capital venezolana, donde regentaba una cerrajería.
El martes, cuando se disponía a abrir su negocio, lo agredieron dos hombres, que intentaron sacarlo de su coche para meterlo en el que conducían ellos. El empresario gallego, natural del municipio de Muíños, se resistió y recibió un disparo.
Cándido Rodríguez, presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos en Venezuela, relató los hechos en la Radio Galega y confirmó el fallecimiento. La Policía venezolana mantiene abierta una investigación para localizar a los asesinos del empresario.
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, emitió un comunicado a última hora del jueves en el que lamenta la muerte del emigrante ourensano y expresa su deseo deque sus asesinos sean capturados y juzgados.
Por otro lado, el lunes 16 de junio se conoció que el pasado 5 de marzo fue asesinado otro emigrante ourensano. En este caso se trata de Francisco Pereiro Liz, un industrial cafetero de 65 años. Pereiro Liz no era un industrial más, ya que desempeñaba el cargo de gran maestro de la Gran Logia de Venezuela, un masón de grado 33, el más alto de esta organización.
Las circunstancias del fallecimiento de este emigrante gallego no están en absoluto aclaradas. Además, ese día se habían cometido diez homicidios en el estado de Lara, lo que desbordó a las autoridades policiales venezolanas.
Sí parece ser que este industrial gallego fue atado a un árbol poco después de llegar a su finca, donde fue abatido a tiros y uno de los proyectiles le destrozó la cara al impactarle de pleno. Sobre la autoría del crimen, no se tiene dato alguno. Una de las hipótesis es que, al igual que como con Francisco Caldas, pudo tener lugar un intento de secuestro, no se sabe si por parte de sus empleados o alguna banda de sicarios, y ante alguna dificultad, los asaltantes decidieron acabar con su vida.
Francisco Pereiro Liz estaba casado con Mary, una mujer originaria de las Islas Canarias y cuya familia, residente en Venezuela, también está relacionada con los negocios del café, ya que regentan en Venezuela una de las mayores distribuidoras de este producto en ese país, Café Madrid. Francisco Pereiro era, asimismo, padre de dos hijos, Carolina Marián y Frank.