La presidenta del Consell, Francina Armengol, manifestó durante su discurso de la Diada de Mallorca, en la jornada del 12 de septiembre, que durante el actual mandato se han puesto los fundamentos de la Mallorca que se quiere para el siglo XXI y transmitió un mensaje de optimismo y confianza en el futuro. “Confianza para hacer de Mallorca una tierra moderna e innovadora, solidaria y cohesionada socialmente, respetando el patrimonio, la cultura y la historia”, dijo. Armengol destacó durante su último discurso de la Diada de este mandato, que calificó que “convulso”, tanto por la crisis económica como por la crisis de confianza política, que el principal objetivo fue “trabajar para llegar a acuerdos de futuro, por encima de las opiniones y los partidismos”.
En este sentido, puso el ejemplo de los acuerdos presupuestarios, territoriales, paisajísticos y de infraestructuras, que mostraron una nueva manera de trabajar “pensando en el interés general, en el futuro de este país”. señaló. La presidenta recordó que la prioridad del Consell fue, ante la situación económica, las políticas sociales para ayudar a los más necesitados y fomentar la inversión pública para fomentar la economía.Armengol volvió a reclamar una mejora en la financiación de los consells y ayuntamientos, a la vez que adviritió de que se opondrá frontalmente a cualquier “medida que vaya contra los intereses de Mallorca o de los mallorquines, cualquier medida que represente un paso atrás en los derechos conseguidos”.
La presidenta entregó, en el Teatre Principal de Palma, los Premis Jaume II a Úrsula Pueyo, Margalida Capellà, Ola Holmgren, la Associació de Pares de Nins amb Càncer de Balears, Aspanob, Magdalena González, Aina Pascual y Jaume Llabrés, Fundació Aeronàutica Mallorquina y RCD Mallorca SAD. El pianista Frédéric Chopin fue destacado con el Premi fill adoptiu de l’illa de Mallorca, y las Medalles d’Honor i Gratitud de l’illa de Mallorca son para Andreu Ripoll, Jaume Mir, Leonor Taboada, la Fundació per a la Conservació del Voltor Negre (BVCF), Felipe Moreno y la Biblioteca Diocesana de Mallorca.