La defensa de Ibarretxe había solicitado llevar el juicio hasta el final para demostrar su inocencia.
Este cambio de la defensa en la primera y única sesión del juicio le valió al lehendakari las acusaciones desde el PSE y del PP de victimismo, cuando faltan pocos meses para las elecciones autonómicas vascas del 1 de marzo. En todo caso, la sesión propició una imagen histórica, la de un lehendakari sentado en el banquillo de los acusados, junto al líder de la oposición, el socialista Patxi López. La decisión de archivar el caso la tomó el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por mayoría, aunque el presidente del ente, Manuel Díaz de Rábago, emitió un voto particular en el que señala que sí hay motivos legítimos para continuar el proceso. El Foro de Ermua anunció que recurrirá el archivo, basado en que hay falta de acusación legítima, ya que sólo existe la popular. Los acusados eran Ibarretxe, López, Rodolfo Ares y los cinco representantes de la izquierda abertzale.
La defensa de Ibarretxe, que cambio su estrategia respecto a la fase de instrucción, había pedido en la primera sesión del juicio que se llevaase el proceso judicial hasta el final, para que se demostrase la inocencia del presidente vasco, así como la del resto de los acusados. Sin embargo, las otras defensas coincidieron en reclamar que se archivase la causa, en base a la jurisprudencia del caso Botín, es decir, debido a que sólo existía la acusación popular y no actuaban en este sentido ni la Fiscalía ni la acusación partciular.
En esta primera sesión del juicio, Ibarretxe fue el primer líder político en llegar y accedió acompañado, además de por su esposa, de la vicelehendakari Idoia Zenarrutzabeitia; del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna; y otros cargos de su formación. En la sede del PNV se desplegó una pancarta en su apoyo. Por su parte, cuando llegó Patxi López, se pudo ver sentados en elbanquillo al lehendakari con el líder socialista vasco, los dos candidatos con más posibilidades de asumir la Presidencia del País Vasco tras las elecciones autonómicas del próximo 1 de marzo. Por su parte, cuatro de los cinco acusados abertzales están presos por otros motivos y contaron a su llegada a la sala con los vítores de familiares y de allegados.
En un acto posterior de su partido, el socialista Patxi López, calificó de impresentable la forma de actuar del lehendakari en el juicio que contra ambos se sigue por haberse reunido con dirigentes de Batasuna, puesto que, en su opinión, utiliza la causa judicial “como bandera electoral” y “le sirve de mitin permanente sobre su conflicto”.