Su valioso y diverso patrimonio social y cultural es parte esencial de nuestro país, en el que andaluzas y andaluces en su inmensa mayoría se reconocen y comparten el mismo proyecto, basado en los valores de la libertad, justicia y seguridad, consagrados en la Constitución de 1978, baluarte de los derechos y libertades de todos los pueblos de España.
En este nuevo aniversario de afortunada conmemoración histórica y social por el camino recorrido y la evolución positiva alcanzada, pienso que estamos obligados a manifestar nuestro orgullo de ser andaluces y de formar parte de un país plural y entrañable llamado España, debiendo ser también la fuerza para encarar nuestro presente y nuestro futuro inmediato con valentía y optimismo y sin regatear esfuerzos, más unidos que nunca, porque sabemos que es largo el camino y no pocos problemas, crisis y dificultades que superar. Siento la sensación de que Andalucía se está adentrando en una nueva etapa de su densa historia y una vez más, como aquel pasado e histórico 28 de febrero, hemos de estar otra vez a la altura que ella misma nos demanda con ilusión y esperanza, porque otras dificultades mucho peores sufrieron y superaron todos aquellos que nos preceden. Si ellos pudieron, nosotros también podremos, ya que sus vidas y su ejemplo deben ser la referencia a seguir por nosotros sus descendientes.
En esta nueva conmemoración en la que sigues alargando tu historia en desarrollo y en democracia plena, felicidades Andalucía, y lanzamos también nuestras más solidarias y optimistas felicitaciones, a través de la palabra escrita, para todas las Andalucías del mundo.