El responsable gallego destacó el “máximo interés e identificación” de la Xunta con los criterios que definirán la oficina judicial, entre los que citó la eficacia, la eficiencia y la racionalización del trabajo. En este sentido, recordó que son criterios por los que el Gobierno gallego apuesta en su propio ámbito organizativo. Rueda incidió en la especial complejidad del caso gallego, ya que Galicia es la tercera comunidad con más partidos judiciales. Esa atomización judicial del territorio dificulta la implantación de servicios comunes de la nueva oficina judicial y supone un mayor coste de la prestación del servicio.
Rueda también presentó el proyecto para la construcción de un nuevo edificio judicial en la ciudad de Ourense. Contempla la dotación física para 20 juzgados, un juzgado de guardia, 14 salas de vistas, y una sala de bodas, independiente del edificio principal.