Alejandro Valverde abandona el Tour tras romperse la clavícula en una caída

Era uno de los grandes favoritos tras la bajas ocasionadas por la operación antidopaje

Pero cuando alzó los brazos el vencedor, Matthias Kessler, el murciano ingresaba en un hospital holandés con su clavícula derecha fracturada.
El maldito kilómetro 199 de etapa dejó fuera de combate a uno de los pocos favoritos claros que conservaba la carrera francesa después de la 'operación limpieza' de implicados en sumarios de dopaje, efectuada por los equipos y la organización de la prueba francesa. Alejandro Valverde, con la boca pequeña, rehusaba el título de candidato a ganar, pero íntimamente sabía de sus posibildades.
“Me había dicho que tenía buenas piernas”, contaba Óscar Pereiro nada más llegar a la meta de Valkenburg, “y que tenía pensado intentar la victoria de etapa”. Como después se oyó decir a otro compañero de su equipo, el veterano 'Chente' García Acosta, la meta de la tercera etapa “le iba al pelo” al líder murciano.
La historia del Tour está repleta de incidentes aparentemente tonto que cambian el curso previsto. Porque tonta fue la caída, un cruce inoportuno, un 'afilador' traicionero, que envió al murciano al hospital. No iba en cabeza del pelotón, lo que puede señalarse como un defecto en un candidato al triunfo, pero eso es algo más o menos normal, no se puede estar permanentemente entre los 10 primeros. Nadie lo está. Hay necesidades que obligan a retrasar posiciones. “Íbamos bien colocados. Alguien ha frenado delante, nos hemos tocado y Alejandro ha tenido la mala suerte de caerse”, aseguró Pereiro. “Se nos han roto todas las ilusiones. Hoy me dijo que se encontraba muy bien, que iba a tratar de disputar el triunfo de etapa, pero se ha ido al suelo. La mala suerte se ha cebado con nosotros”, concluyó el corredor gallego.