Ahora o nunca

La publicación editada por el Igadi hace un estudio comparativo de varios modelos de votación para los emigrantes en seis países completamente diferentes.
Tras las pasadas elecciones autonómicas en Galicia, la participación de los residentes en el exterior deparó una polémica que alcanzó a toda España por el carácter decisorio que tuvo, debido a su recuento posterior en diez días al de las papeletas del interior. Por ello, el Igadi aprovechó la ocasión para citar a un miembro destacado de cada uno de los tres partidos políticos con representación en el Parlamento gallego -PP, PSdeG y BNG- con el objeto de exponer las propuestas de sus formaciones al respecto.
Comparecieron Aurelio Miras Portugal, ex-conselleiro y portavoz del PPdeG en emigración; Abel Losada, viceportavoz del PSdeG-PSOE en el Parlamento gallego; y Ana Miranda, responsable de emigración del BNG. Lo más destacado del debate fue la coincidencia de tres partidos de ideología y programas dispares en la necesidad de afrontar dos aspectos fundamentales: la reforma de la Ley Electoral y la depuración del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). A ello hay que unir otro aspecto que también citaron: la representación directa de los emigrantes; es decir, que cuenten con senadores o parlamentarios propios.
Los intervinientes incluso fueron más allá y hablaron de la conveniencia de impulsar estas reformas sin más dilación, aprovechando una agenda política que cuenta en su horizonte próximo con la aprobación en el Congreso de los Diputados del Estatuto de los Ciudadanos en el Exterior, la reforma del Estatuto de Autonomía de Galicia y la posibilidad que se abra la discusión sobre una modificación de la Constitución, que podría redefinir el papel del Senado como Cámara territorial. “Es el momento ideal”, comentó Ana Miranda a España Exterior sobre la urgencia de las reformas en la Ley Electoral, especialmente tras el protagonismo de los emigrantes gallegos en las pasadas autonómicas. Una especie de “ahora o nunca”, casi todavía en caliente y en plena época de negociaciones importantes sobre los derechos de los ciudadanos (estatutos de autonomía) y de los residentes en el exterior (Estatuto de los emigrantes).
“Desde el BNG se va a trasladar esta cuestión, lo más inmediatamente posible, tanto al Congreso como al Parlamento de Galicia, para que las necesarias reformas sean reales y efectivas y sobre todo que se computen los votos también con recursos públicos, que los ayuntamientos y las comunidades autónomas reciban en función de la población lo que no recibieron hasta el momento”, explicó Ana Miranda.
El voto en urna es quizá el objetivo que persiguen con mayor ahínco los partidos y que recogerá la Carta Magna de los emigrantes. Sin embargo, para que sea efectivo tiene que reformarse la Ley Electoral. Abel Losada, como representante del partido que ejerce el gobierno a nivel estatal y autonómico, fue quien mostró más reservas y explicó las dificultades para la aplicación del voto en urna, especialmente en países con pocas oficinas consulares y muy distantes entre sí, en zonas de gran extensión. Por ello, defendió que se instalen urnas en los lugares donde sea posible. De hecho, hubo coincidencia plena en que el sistema para los emigrantes tiene que ser mixto: mantener el voto por correo y añadir la creación de mesas electorales, con interventores de los partidos, en oficinas diplomáticas e incluso en centros de la emigración donde sea viable con garantías.
“Sería muy interesante abrir el debate sobre el voto electrónico y puede que sea también el momento de empezar a hablar de los diputados de la diáspora con representación propia en el Senado y también en el Parlamento”, añadió la representante del BNG. Miras Portugal se unió a esto último y apostó por que los emigrantes elijan a sus propios representantes. El ex-conselleiro pidió la unión de las tres formaciones gallegas para que sus reclamaciones lleguen a Madrid, que es donde se tienen que hacer las leyes. Incluso reclamó unidad entre PSdeG y PPdeG para reivindicar estos derechos frentes a las direcciones nacionales de sus partidos.
Respecto al CERA, la petición común fue un esfuerzo para que se actualice permanentemente con el objeto de aumentar las garantías del proceso y evitar sucesos que sólo pueden dar una imagen negativa del voto emigrante, como es la recepción de papeletas de personas ya fallecidas.