El desfile vivió el momento más tenso cuando el Rey, acompañado por Zapatero y los presidentes del Congreso y Senado, celebraban la ofrenda floral en el homenaje a los caídos.
Fue entonces cuando un grupo de personas lanzaron gritos y silbidos contra el jefe del Ejecutivo, un hecho que se repitió al acabar el desfile y tras el que Don Juan Carlos y Doña Sofía ofrecieron una recepción en el Palacio Real, a la que asistieron más de mil invitados. En ella, Zapatero, en conversación informal con los periodistas, consideró “un clásico” estos abucheos y agregó que “afortunadamente” existe libertad de expresión. Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, señaló en el mismo acto que siempre estuvo “a favor de que nadie se meta con nadie” y “cada uno es libre. Yo no lo hice ni lo hubiera hecho”, precisó.
Respecto a la polémica sobre el uso de la bandera, Zapatero dijo que es un debate artificial porque la gran mayoría está de acuerdo en torno a ese símbolo y se preguntó si crear polémica en torno a ella demuestra la carencia de un proyecto político alternativo. Además señaló que no hay ningún debate mínimamente relevante en España sobre el sistema democrático que asegura que al igual que lo que representa el Rey goza de buena salud y lo que estaba ocurriendo no es “ni siquiera un resfriado”. Cerca de 5.000 militares, más de doscientos vehículos y 86 aeronaves participaron en el desfile que sirvió para rendir homenaje a los cascos azules de misión Finul en Líbano y, en general, a las operaciones internacionales de paz.
En este sentido, el Rey envió un mensaje a los miembros de las Fuerzas Armadas en el exterior, en el que les dio la enhorabuena y les agradeció su “servicio a España”. El desfile contó con los Príncipes de Asturias y los Duques de Lugo y de Palma en la plaza de Colón.
También con todos los ministros, salvo la de Medio Ambiente; todos los presidentes autonómicos, menos el lehendakari y el de Murcia, y altos representantes del Poder Judicial y de la cúpula militar.
El paso de las banderas de los 27 países, además de España, que participan en la misión Finul, constituyó otro de los principales momentos del desfile. Por segundo año consecutivo, desfilaba la bandera de los EEUU, que lo hacía como país anfitrión de la Organización de Naciones Umidas. Washington tuvo su representación pero no la de su embajador en España, Eduardo Aguirre, quien se encontraba de vacaciones. Durante hora y media, los miles de madrileños que asistieron a la marcha pudieron contemplar el vuelo de aviones de combate Eurofighter, helicópteros ‘Augusta Bell 212’, ‘Cougar’ y ‘Tigre’, y como novedad un AWACS de la OTAN.
En el desfile terrestre se exhibieron la Unidad Militar de Emergencias (UME), una compañía de Reservistas Voluntarios y unidades que habitualmente participan en misiones exteriores en Líbano y Afganistán, como la Brigada Paracaidista, la Brigada Aerotransportable, la Brigada de Cazadores de Montaña y la Legión.