A su llegada a la provincia, y tras visitar el Monasterio de las Huelgas, fueron recibidos por el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, en el Teatro Principal. Mientras el alcalde les daba la bienvenida y les deseaba una feliz estancia en su tierra y entre los familiares que todos tienen en la capital o provincia, ellos se mostraron agradecidos por la oportunidad de volver.
Es el caso de los hermanos Ortiz, nacidos en Burgos, que marcharon a Uruguay cuando tenían dos y cuatro años y no habían podido volver hasta ahora. También procedente de Uruguay llegó a Burgos, Ismael que nació en Barbadillo del Pez, y con 23 años emigró a Uruguay a buscar "los garbanzos", como se suele decir, recabando en Montevideo, donde con otro compañero fundó la Unión Castellano-Leonesa. Se ha unido a la Operación Añoranza y ha llegado a Burgos acompañado de su hija Mercedes, que viene a Burgos con cierta frecuencia.
Por su parte, Ana Mª Redondo, que nació en Santa Fe, en Argentina, recuerda que su madre le contó que "nunca fue tan feliz como en su infancia en Vilviestre del Pinar". Lorenzo Hoyuelos, otro de los participantes en la Operación Añoranza, ha pasado 73 años en Argentina a donde la guerra y el hambre llevaron a su madre tras la muerte de su marido y de una hija pequeña. Allí ha transcurrido su vida; Lorenzo recuerda que él en el año 1961 quiso conocer Burgos y decidió venir. "Entonces esto me pareció una aldea, hoy es una maravilla, esta ciudad es hermosísima", dice. Otro de los participantes de Argentina es Juan Carlos Izquierdo, hijo de emigrante. Su padre, Juan Izquierdo, natural de Quintanilla del Agua, emigró a Argentina en 1948. Ha venido a Burgos con su mujer. Su caso es especial, porque vienen por primera vez, pero tienen a un hijo estudiando Psicología y trabajando en Burgos, y su idea en el futuro es vivir aquí, quizás cuando se jubilen. Viven en San Miguel de Tucumán. Durante su estancia en la provincia se trasladron a Quintanilla, donde aún viven algunos hermanos de su padre.
Otra de las historias presentes es la de Lucas Diego Pérez de 73 años y de Espinosa de los Monteros. Llegó a la Operación Añoranza con otros tres compañeros de La Habana (Cuba). Hasta ahora no había tenido oportunidad de venir, dice, y de hecho, califica esta ocasión como "un milagro".
Finalmente, una de las historias más emocionantes es la de los hermanos Barisone de la Cal que viajaron a Burgos para depositar las cenizas de su madre que dejara su localidad natal de Quintanamanvirgo en Burgos para emigrar a Argentina cuando apenas era una adolescente de 14 años, allá por el 1909 y nunca más pudo volver.