Ninguna de las tres entidades uruguayas prestadoras de servicios sanitarios ofertó los 18,5 millones de euros de base para la compra del hospital. El pasado 6 de mayo venció el plazo para que los tres interesados que habían adquirido el pliego para la compra del hospital de Casa de Galicia, por lo que pagaron poco más de 9.000 euros, realizaran el depósito de 370.000 euros como garantía por la oferta que realizarían por el edificio, su contenido y los terrenos donde está la Quinta de Galicia, el viejo hospital y hasta la calle pública que atraviesa las casi dos hectáreas del padrón 51175 de Montevideo.
Allí hay un total de casi 15.000 metros cuadrados construidos, los que en casi su totalidad fueron levantados en 1973 con el aporte de socios de Casa de Galicia, muchos que inclusive no tenían casa propia, pero pusieron algunos ahorros para tener un hospital y cuyos nombres aún están estampados en una pared interior grabados en un mármol blanco.
La información fue proporcionada por el gerente de la Liga de Defensa Comercial, Fernando Cabrera, entidad encargada de ejecutar la orden judicial de cierre y pago de adeudos de la mutua gallega.
Lo cierto es que ni el CASMU, ni el Círculo Católico, ni la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, decidieron depositar la garantía para realizar su oferta, por lo que el juez debió postergar el remate, informando Cabrera que “se va hacer un proceso de liquidación seguramente con una base menor”, aunque también aclaró que por la ley creada para la mutua gallega solamente se puede vender la totalidad y a un prestador de servicios sanitarios con antecedentes.
