Miranda destaca la convocatoria de las becas BEME en plena pandemia cuando la mayoría de los programas internacionales para estudiantes se suspendieron

El secretario xeral da Emigración se reunió con los beneficiarios de las Bolsas Excelencia Mocidade Exterior que cursan un máster de la Universidade de Vigo en el campus de la ciudad

Presentación del encuentro.
El secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, y la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández Tapias, posan con los becarios BEME, a la entrada del edificio del Gobierno gallego.
Un aspecto de la sala durante la intervención de Rodríguez Miranda.

El secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, se reunió el 6 de mayo en la Delegación de la Xunta de Galicia en Vigo, acompañado de su titular Marta Fernández Tapias, con un grupo de unos veinte becarios de las Bolsas Excelencia Mocidade Exterior (BEME) que están cursando un máster de la Universidade de Vigo en el campus de la ciudad. Son gallegos retornados del exterior o descendientes de gallegos, y que obtuvieron en 2020 una de estas ayudas de excelencia que otorga la Secretaría Xeral da Emigración para poder ampliar estudios superiores.

En la actualidad 162 estudiantes se encuentran realizando uno de los 146 másteres que ofrecen las universidades de Santiago, Vigo y A Coruña, ya que algunos de los matriculados del año anterior todavía continúan desarrollando sus estudios que constan de 90 créditos.

Según explicó Rodríguez Miranda antes del encuentro, el objetivo era que los beneficiarios de las becas les trasladaran cómo se fueron desenvolviendo en este periodo de su estancia en Galicia, ahora que están terminando prácticamente el curso académico, en el caso de los que tienen un año de máster aunque hay algunos que su postgrado dura año y medio. Los alumnos comunicaron al secretario xeral sus impresiones sobre los cursos que están llevando a cabo, las problemáticas a las que se enfrentaron al llegar a Galicia o sus inquietudes por poner en marcha un negocio o buscar un empleo para poder quedarse a vivir en la Comunidad Autónoma.

“En un año de pandemia, donde la mayoría de los programas internacionales para estudiantes se suspendieron, la Xunta de Galicia decidió seguir adelante” con las BEME, destacó el secretario xeral da Emigración, puesto que entendió el Ejecutivo autonómico que, “a pesar de todo eso, era necesario darle la oportunidad a 150 gallegos para que pudieran volver a su tierra”.

Miranda recordó que ya se ha cerrado el plazo de convocatoria de este año del programa de becas, con notable éxito de solicitudes según pudo saber España Exterior, en el que se aumentaron las plazas de 150 a 200. “Tratándose de un año de pandemia, creemos que era necesario dar más oportunidades a los gallegos que residen en el exterior”, añadió el secretario xeral incluyendo entre los posibles adjudicatarios de esta iniciativa a aquellos que un día nacieron en Galicia y decidieron salir al exterior o a aquellos descendientes de gallegos en el extranjero, con el objeto de “dar más facilidades para el regreso de los nuestros a casa”.

El Gobierno gallego destina 1,72 millones de euros impulsando la captación de un total de 200 titulados universitarios gallegos y de currículo brillante, residentes en el extranjero y con una titulación de grado, licenciatura, ingeniería o arquitectura, que podrán cursar estudios de máster en alguna de las tres universidades gallegas.

Los beneficiarios de estas becas de excelencia son ciudadanos gallegos por nacimiento o descendientes por consanguinidad, y deben acreditar un mínimo de dos años de residencia en el exterior y estar admitido en la prescripción de alguno de los másteres de las universidades gallegas.

La beca, cuyo importe es de 7.000 o 7.650 euros (según la persona beneficiaria proceda de Europa o del resto del mundo) por curso completo de 60 créditos ECTS, se destina a cubrir los gastos de matrícula, viaje, alojamiento y manutención en la Galicia territorial. Aquellos que se matriculen en un curso de mayor duración (90 créditos) dispondrán de un presupuesto total de hasta 11.475 euros (en función del continente de origen del alumnado).

Todos los beneficiarios de estas ayudas contarán, un año más, con una orientación laboral con la que se pretende no solo captar para Galicia el talento más brillante de entre los jóvenes residentes fuera fomentando el retorno de la población activa laboral, sino también facilitarles su establecimiento definitivo en la Comunidad. La oferta se centra en estudios con capacidad de absorción en el tejido productivo y laboral gallego.

Superando la situación

En respuesta a este medio sobre las dificultades que ha ocasionado la pandemia mundial de Covid-19 en el desarrollo de un programa como éste, el responsable de Emigración señaló que su departamento tuvo que dar “un apoyo muy importante a todas las personas que tramitaron el año pasado para poder llegar aquí puesto que teníamos el riesgo de que, llegado el mes de septiembre, no pudieran viajar”. De hecho, Rodríguez Miranda reconoció que, en algún caso, hubo dificultades y de los 150 becarios que fueron adjudicatarios hubo seis personas que finalmente no pudieron viajar. “Pero el resultado fue muy bueno en un año tan complicado. En condiciones casi extremas porque, cuando pensamos en el mes de septiembre, aquí en Galicia es el final de verano; pero en el hemisferio sur, como el caso de los jóvenes que vienen de Argentina o de Uruguay, estaban en el final del invierno, que es la estación más complicada y desde el punto de la pandemia fue uno de los momentos más duros”, explicó.

En cuanto a la influencia social, demográfica y laboral del programa Bolsas Excelencia Mocidade Exterior, el secretario xeral no dudó en subrayarla. “Este es un programa muy relevante porque permite incorporar a Galicia a todos estos jóvenes que son titulados universitarios, tienen que tener una licenciatura, una ingeniería, una arquitectura… y son personas que en una inmensa mayoría tienen una experiencia profesional; no en vano, la media de edad de las personas que participan y consiguen beca a través de este programa tienen 30 años y además acreditan esa experiencia profesional previa. Por lo tanto, eso significa incorporar a la sociedad gallega, incorporar al tejido productivo gallego 150 ó 200 profesionales llegados desde diferentes partes del mundo, todos ellos con una alta querencia por Galicia”, resaltó.

E incidió en su influencia en el mercado laboral, puesto que esta iniciativa “va a permitir dotar a nuestras empresas de profesionales que no solo tienen una alta cualificación académica, sino que tienen una gran competencia profesional”. Y profundizó en que los becarios “tienen un conocimiento muy importante de más de 20 países del mundo y en el momento en el que las empresas gallegas quieran salir al exterior les estamos dotando de las mejores herramientas; en este caso del mejor capital humano para poder trabajar de cara al mundo, en este mundo tan globalizado y en una economía que no conoce fronteras”, relacionando este hecho con que Galicia es “puntera en materia de exportaciones. Creemos que les estamos dando las mejores herramientas y, al mismo tiempo, estamos recuperando para Galicia a nuestra gente, que merece poder volver a su tierra”.

Marta Fernández Tapias y Antonio Rodríguez Miranda durante su encuentro con los becados.

Sin perder de vista el importante factor de desarrollo y rejuvenecimiento demográfico, Miranda apostó por el establecimiento de estos jóvenes en la Comunidad, más allá del periodo de formación: “Nosotros queremos que se queden a trabajar aquí al finalizar el máster y muchos de ellos, en el momento de llegar, ya empiezan a trabajar, compatibilizan su trabajo con el desarrollo del máster”.

De cara a su incorporación en el mercado laboral, afirmó que los cursos de postgrado normalmente tienen incorporadas las prácticas, pero es una responsabilidad de las universidades que organizan los másteres. “Las prácticas son muy importantes porque les permiten introducirse en el tejido empresarial gallego. Pero además de todo eso, la Secretaría Xeral da Emigración tiene, desde su llegada, una serie de actividades con ellos de tipo formativo-orientativo, de manera que les vamos dando las pautas necesarias para establecerse en Galicia, para hacer los trámites más elementales, pero también para prepararlos para el mercado laboral en Galicia, para que conozcan cómo hay que hacer de cara a la búsqueda de un trabajo por cuenta ajena o también ayudarles y orientarles para que puedan desarrollar proyectos empresariales, puesto que una característica muy importante de todos estos jóvenes es que tienen una gran iniciativa empresarial y, para muchos de ellos, su gran ilusión es poner en marcha un proyecto empresarial propio, dado que ya traen un conocimiento y hasta tengo que decir que algunos de ellos ya vienen de un país donde tienen establecida una pequeña empresa. Haciendo el máster, siguen trabajando con esa empresa y desde aquí dan continuidad a ese proyecto empresarial”, explicó Rodríguez Miranda.

En este sentido, recordó que su departamento les puede apoyar inicialmente porque cuenta con una línea de ayudas que promueve el emprendimiento de los retornados en general y por supuesto de estos jóvenes. “Y no sólo la Secretaría Xeral da Emigración, sino que el conjunto del Gobierno gallego tiene una serie de líneas de ayudas que permiten apoyo económico a todos los emprendedores para sus proyectos en el inicio, que es el momento en el que más lo necesitan”, ahondó.

Reclamaciones al Gobierno de España

Preguntado por España Exterior sobre la situación actual de la homologación de títulos, tras el anuncio de próximas novedades por parte del Ministerio de Universidades, Miranda aseguró que “no hay ninguna novedad por parte del Gobierno de España. Este es un requerimiento que llevamos mucho tiempo haciendo”.

De hecho, fijó dos temas fundamentales que hay que solucionar y que los beneficiarios de la iniciativa y todos los emigrantes retornados en general les trasladan: la homologación de títulos universitarios y los permisos de residencia para parejas y familiares. “No es de recibo que una persona que llega aquí con una alta cualificación académica tarde más de años en homologarla. Eso les obliga a tener que aceptar infraempleos, muy por debajo de su capacidad profesional y de su titulación académica. Pero también hay otra gran dificultad, que son los permisos de residencia para las parejas o los hijos de aquellos que siendo españoles, su pareja o su hijo no tienen la nacionalidad”. Respecto a este último punto, el titular de Emigración aseguró que el problema de los permisos de residencia ocasiona “unas limitaciones muy grandes” y precisa de una tramitación “muy muy complicada”. “Pedimos al Gobierno del Estado que para estas familias mixtas hay que tener unas condiciones simples, sencillas y rápidas para permitir su establecimiento”, concluyó.

Entre los temas que se analizaron en la reunión estuvo, precisamente, la necesidad de facilitar la tramitación de la residencia de las familias de los gallegos retornados que no cuentan con nacionalidad española, y que les causa algunos problemas, especialmente de tipo burocrático.

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