“Me interesa mucho venir a votar porque siento que es una manera de revalidar permanentemente mi ciudadanía”

Julio Monsech Segurado nació en Buenos Aires hace 68 años hijo de padre catalán que emigró luego de la Guerra Civil y trata de participar en todos los procesos electorales / La engorrosa tramitación y la situación de la pandemia marcan las jornadas de depósito de voto en urna en el Consulado de Buenos Aires

Julio Monsech Segurado fue el tercer catalán en votar en urna en el Consulado de Buenos Aires.

El enrevesado sistema de voto rogado ha demostrado una vez más las enormes dificultades que implica para la ciudadanía española residente en el exterior querer hacer valer su derecho a poder elegir a sus autoridades, tal como quedó demostrado en la primera jornada en la que el Consulado General de España en Buenos Aires abrió sus puertas para recibir a los catalanes que deseaban depositar su sufragio de manera presencial en la única urna allí dispuesta.

Al ya engorroso trámite que supone tener que rogar el voto, este año se sumó un elemento que complicó aún más la situación: la pandemia del Covid-19 seguramente también influyó en el escaso número de votantes que se acercaron al Consulado ante el temor que significa contagiarse de coronavirus, en especial en Argentina, país que recién está comenzando el proceso de vacunación, pero al cual aún no puede acceder la población en general.

Si a este panorama sumamos que el miércoles 10 Buenos Aires amaneció con fuertes tormentas, el resultado no podía ser más desalentador. Pasadas las dos primeras horas desde que el Consulado abrió sus puertas, a las diez de la mañana, tan sólo tres ciudadanos catalanes habían ejercido su derecho a voto de manera presencial.

Uno de ellos fue Alberto Bosch Hamilton, nieto de abuela y abuelo catalán por parte del padre y de escoceses por parte materna, quien obtuvo la nacionalidad española hace menos de diez años, un proceso que, aseguró, fue muy complejo “porque siempre faltaba algún papel, y cada vez que pasaba eso el trámite se demoraba un año más”.

Alberto Bosch Hamilton emite su voto.

Como su abuelo se nacionalizó argentino unos diez años después de que naciera su padre, Alberto pudo obtener la ciudadanía española, pero sus dos tíos, que nacieron cuando su abuelo ya era argentino por opción, nunca pudieron obtener la nacionalidad española, lo que supone un ejemplo fiel de las injusticias que se viven dentro de una misma familia por las restricciones de la actual Ley de Nacionalidad.

Luego de afirmar con orgullo que “siempre vengo a votar, ya sean elecciones nacionales o catalanas”, Alberto, de 76 años, se quejó de lo “complicado” que supone tener que rogar el voto: “Tenemos que enviar documentación escaneada o por fax, luego esperar que llegue el correo con las papeletas, muchas veces cuando viene el correo uno no está en su casa y tiene que ir a la sede del correo a retirarlas, hacer colas….Yo creo que hay que buscar un sistema más ágil. Por ejemplo, hoy cualquier persona puede acreditar su identidad y manejar una cuenta bancaria de España de manera segura a través de su móvil”.

Al ser informado por este corresponsal sobre la propuesta de reforma del voto exterior presentada al Congreso para eliminar el sistema de voto rogado, manifestó su apoyo. “Estoy a favor de todo lo que sea agilizar el proceso, pero no agilizar complicando, porque la gente como yo, que nacimos en otra época, no estamos tan habituados a la tecnología”, afirmó, y expresó su deseo de que ya no haya que pedir el voto a España “porque para mí votar es muy importante; ya que tengo la ciudadanía, me siento en la obligación, aunque no sea obligatorio, de participar, porque puedo estar a favor o en contra de quien hoy sea Gobierno en Cataluña, pero no me gusta protestar sin haber participado de la elección de nuestras autoridades”.

Julio Monsech Segurado nació en Buenos Aires hace 68 años; hijo de padre catalán oriundo de Sabadell que emigró luego de la Guerra Civil, trata de participar en todos los procesos electorales. “Me interesa mucho venir a votar, porque siento que es una manera de revalidar permanentemente mi ciudadanía”, aseguró a este medio.

Su relato evidencia las dificultades que supone para la ciudadanía el sistema de voto actual, al que calificó de “enrevesado”, por lo que se manifestó a favor de que se sancione un nuevo sistema de voto.

Según explicó, “para poder ingresar al sistema me pedían el DNI español y yo no lo tengo, sólo tengo el pasaporte, así que tuve que conseguir el NIE (Número de Identidad de Extranjero) y con ese número recién pude ingresar al sistema. Después tuve que esperar que me llegara el sobre con la documentación para poder completar mis datos para enviar a España, el cual llegó con retraso, porque tenía que venir el día 3 y llegó el 7, entonces tuve que hacer un reclamo por internet porque había vencido el plazo y al día siguiente me llegó información de que habían prorrogado la fecha y ahí sí pude lograr que me envíen las papeletas para votar”.

Tras las primeras dos horas del plazo habilitado, tan solo tres catalanes habían votado de manera presencial en el Consulado de España en Buenos Aires.

Según los datos facilitados por el Consulado, al finalizar la jornada habían depositados su voto en urna un total de 8 personas y 30 papeletas se habían recibido por correo. En total 38 votos de los 154 que los solicitaron de un total de 16.572 electores censados en la demarcación consular de Buenos Aires.

Al igual que el miércoles 10, el jueves 11 los ciudadanos catalanes que quieran votar en urna en el Consulado General de España en Buenos Aires podrán hacerlo en el horario de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas, mientras que el viernes 12 podrán hacerlo de 10:00 a 16:00. Cabe destacar que por decisión de la Junta Electoral Central se ha acordado ampliar el plazo de envío de voto por correo al sábado 13 de febrero y el depósito de voto en urna al sábado 13, de10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00, y el domingo 14 de febrero, entre las 10:00 y las 16:00.

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