El matrimonio formado por Joan Bonada Corretjans y Núria Rosa Enrich Gimeno han dejado 7,2 millones de euros de herencia al Hospital de Cerdanya (3,9 millones) y a la Fundación Hospital de Puigcerdà que gestiona la atención primaria y la residencia sociosanitaria de (3,3 millones).
La pareja, que no tuvo hijos, labró su fortuna en Venezuela a donde Joan Bonada, nacido en Puigcerdà en 1927, emigró cuando tenía 20 años. Allí conoció a la que sería su mujer, Núria Enrich con quien creó una imprenta, que todavía hoy está en funcionamiento y que fue uno de los negocios emprendidos por este matrimonio en el país americano, según informó TV3. Uno de los sobrinos de Bonada, Antoni Bonada, ha explicado a la televisión que “se hizo a sí mismo” y que tenía una gran “visión de negocio”.
Aunque vivieron muchos años en Venezuela, tenían una residencia en Puigcerdà para cuando volvían de visita a su tierra natal. Hace 10 años decidieron regresar definitivamente a la Cerdanya donde pasaron sus últimos años de vida.
Joan Bonada falleció en 2020 con 92 años el Hospital de la Cerdanya después de contagiarse de covid y Núria Enrich murió el pasado mes de agosto.
La herencia se ha hecho efectiva este mes de enero y ambas instituciones la han aceptado.
La familia del matrimonio, que no conocía quién sería el destinatario de los millones de euros, aseguró a TV3 que sienten un gran orgullo por este gesto y que esperan a que contribuya a mejorar los servicios del hospital y no a pagar deudas.
El alcalde de Puigcerdà, Albert Piñera, afirmó en declaraciones a Región 7 que “se tiene que agradecer cuando una persona se acuerda de sus orígenes y destina lo que tiene a una finalidad tan importante como la Fundación y el Hospital”.
El hospital ha colocado una placa conmemorativa en su entrada en reconocimiento a la generosa donación realizada por este matrimonio.
Bellísimo gesto digno de ser imitado. Dios les habrá recompensado.