Más de 800 vuelos cancelados, decenas de carreteras cerradas por desprendimientos, clases suspendidas, barrios incomunicados y miles de familias sin suministro eléctrico y abastecimiento para un total de alrededor de 2.300 incidencias atendidas. Ese fue el balance negativo que dejó en Canarias el ciclón tropical Hermine, que provocó que en tres días (entre el 24 y el 26 de septiembre) cayese más agua que en todo un mes en gran parte del Archipiélago; y, en algunos puntos, casi tanta como en todo un año.