Nuevamente el parque del Hogar Español de ancianos de Montevideo se pobló de romeros y romeras en un día especial para los casi dos centenares de emigrantes que viven en esta residencia y que son la muestra de la solidaridad de un colectivo que homenajeó a uno de esos solidarios anónimos, ‘Moncho’ Baliñas, y al presidente de la institución, Ángel Domínguez.
La jornada del 8 de marzo fue espectacular en materia de clima para Montevideo, lo que contagió a más de un millar de emigrantes y descendientes españoles, además de otros pobladores de la capital uruguaya, para disfrutar del parque, considerado patrimonio arbolado, con el que cuenta el Hogar Español de ancianos.
Allí se habían instalado casi todas las instituciones de la colectividad para vender la gastronomía tradicional de sus regiones, preparados por socios y directivos, a los efectos de recaudar dinero para la propia entidad. También funcionó el tradicional bar y que prepara algunas exquisiteces del mar, así como las tradicionales parrillas gigantes que ponen a punto las carnes uruguayas y los chorizos al pan tan requeridos por los visitantes.
Directivos de todas las instituciones, también los del Hogar y la comisión de apoyo, son los encargados en atender y organizar el evento que cuenta con el maestro de ceremonias Walter Echenique.
Homenaje
En esta oportunidad la romería ha sido denominada Ramón ‘Moncho’ Baliñas, con el propósito de homenajear a quién concurría todos los viernes a alegrar con música y bailes a los residentes del Hogar, sin ningún otro propósito que entregarles el amor que muchos de ellos no reciben porque su familia les olvidó o porque no tienen familia en estas tierras.
Fue la familia de Baliñas la que en el escenario recibió emocionada, la placa que destaca su actitud de verdadera solidaridad, porque no quería ser protagonista, al contrario, llegaba con sus equipos de audio, acomodaba el salón, probaba los altavoces y comenzaba a buscar a los ancianos por todo el Hogar para llevarles unas horas de alegría, para hacerles olvidar el dolor de sus huesos y la ausencia del cariño de sus familiares.
Moncho también fue capaz de entregarles a los más jóvenes de la colectividad el amor por la música gallega y no dudaba en compartir con ellos su sabiduría aconsejándoles e impulsándolos a que sean el relevo de los emigrantes que, como él, se han ido marchando.
La ocasión fue propicia también para entregar otro reconocimiento, esta vez al presidente del Hogar Español, el pontevedrés Ángel Domínguez, quien hace tiempo quiere pasar el liderazgo de la institución más querida por todos los españoles en el Uruguay, sin embargo, no lo ha logrado y espera que este año sea el definitivo para que otro ocupe su lugar y, junto a una nueva directiva, refuerce la institución que ha vuelto a poner a disposición de los ancianos que viven en sus casas, el centro de día con una atención integral de lunes a viernes.
Los cuerpos de baile, coros y músicos de todos los clubes de la colectividad española de Montevideo colaboraron con este evento solidario y presentaron un espectáculo dirigido por Walter Echenique que llevó a los asistentes a recorrer con el sonido, color y plástica, las distintas regiones españolas.
El Hogar español presenta en estas romerías un sector donde las mesas están dispuestas para los residentes y sus familiares, y otro para las autoridades. En este caso asistieron el embajador español Javier Gómez-Llera, el cónsul José Rodríguez Moyano, el consejero comercial Jaime Lorenzo, el secretario de la Delegación de la Xunta de Galicia, Benito Díez, así como el presidente de la Federación de Instituciones Españolas del Uruguay, Jorge Torres, y el de la Federación de Sociedades Gallegas, Román Nogueira, a quienes les acompañaron el presidente del Hogar, Ángel Domínguez y otros directivos.
