Más de un millar de personas celebraron la Fiesta Nacional de España en la capital cubana

El embajador Fernández Trigo elogió la figura del emigrante español y a los empresarios que apuestan por el país y criticó la aplicación de la Ley Helms Burton

El embajador Juan Fernández Trigo se dirige a los asistentes.
El embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo, recibió a los invitados.
La Banda de Gaitas Eduardo Lorenzo de la Agrupación Artística Gallega interpretó los himnos nacionales.
Los profesores e investigadores Carmen Almodóvar (c) y Aurelio Francos (d).
Juan Fernández Trigo, junto al ministro de Turismo, Manuel Marrero y el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, (d) al comienzo del acto.
Presidentes de sociedades asturianas que participaron en la recepción.
La presidenta del CRE de Cuba, Mª Antonia Rabanillo, y la directiva burgalesa, Mª Aurora Pérez durante la recepción.
La ministra consejera, Nuria Reigosa y el consejero de Defensa, Rafael Muñoz.

Más de un millar de personas asistieron el pasado 11 de octubre a la recepción con motivo de la Fiesta Nacional, ofrecida por el embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo, en el gran salón del antiguo Palacio del Centro Gallego de La Habana, hoy sala de eventos del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

Se encontraban presentes en representación del Gobierno cubano, el ministro de Turismo, Manuel Marrero, así como los viceministros, Rogelio Sierra, de Relaciones Exteriores, y Fernando Rojas, de Cultura. También acudió el cuerpo diplomático acreditado en la Isla; funcionarios diplomáticos, consulares y laborales de España en Cuba. Asimismo, estuvo presente una amplia representación de la comunidad española residente en el país y de sus asociaciones; el empresariado español, técnicos, artistas, comunidades religiosas, así como personalidades de los más diversos sectores representativos de la sociedad cubana, quienes fueron recibidos a la entrada del salón por el embajador Fernández Trigo, la ministra consejera, Nuria Reigosa, el cónsul general, Carlos Pérez-Desoy, y el consejero de Defensa, Rafael Muñoz.

La actividad comenzó con la interpretación de los himnos nacionales de Cuba y de España por la Banda de Gaitas Eduardo Lorenzo Durán de la Agrupación Artística Gallega (AAG) bajo la dirección del maestro Alejandro Gispert, y seguidamente las palabras centrales de la efemérides a cargo del embajador español Fernández Trigo, quien hizo un repaso por la historia pasada y presente de las relaciones entre los pueblos cubano y español, relación que no es otra que la historia de una familia llena de encuentros y desencuentros, de luces y de sombras, pero que ha sabido resistir la prueba del tiempo en los últimos 500 años. Los organizadores del evento dejaron constancia de su agradecimiento a la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba (AEEC) y a cinco de sus empresas por la colaboración prestada al lucimiento de la celebración.

Palabras del embajador

Fernández Trigo destacó que “hoy no es suficiente decir que se cumple otro aniversario de nuestra llegada a América, que hace mucho tiempo que arribamos a las costas del Caribe, hoy todo eso se queda corto, incluso decir que dentro muy pocos días se cumplen 500 años de la fundación de San Cristóbal de La Habana no refleja con suficiente contundencia todo los que nos ha acaecido a españoles y cubanos durante todo este tiempo”. Y sobre el quinto centenario de La Habana añadió que “esta Villa, que tanto supuso para la presencia de mi país en América, no ha dejado de evocar los aires de España que respiró durante 400 años y que todavía hoy huele con añoranza y con cariño. Los españoles no terminamos de creernos que fundamos La Habana, porque es una ciudad demasiado bonita, y si algún defecto tenemos es el de la poca fe en nuestras propias obras, pero claro que contribuimos a crear este lugar que cautiva la atención de quienes escuchan las dos palabras que lo definen”.

Sobre la emigración española a Cuba destacó que “nuestra solidaridad con Cuba ha sido genuina, nunca oportunista. La emigración española de finales del XIX y principios del XX, el exilio tras la Guerra Civil Española y la presencia de empresarios españoles han cimentado un modo de permanecer en Cuba. A Cuba volvimos un día para salir de pobres, pero nos comportamos con decencia y con respeto hacia lo cubano, sin resentimiento, sin envidia, y ahí está la figura entrañable del español en el inconsciente colectivo cubano”.

Fernández Trigo elogió a los empresarios españoles que apuestan por Cuba. “De las dificultades actuales quiero mencionar muy especialmente a los empresarios españoles, a quienes agradezco su presencia en este país porque han sabido ser pacientes, evitando echar la culpa de sus contratiempos -que créanme no son pocos- a los cubanos. Si hay alguien que encarna la solidaridad con la Isla en nuestros días son aquellos que se ven acosados en tribunales extranjeros por haber creído en Cuba; o quienes esperan que los problemas de liquidez del país puedan superarse y sus deudas puedan ser saldadas cuando los cubanos estén en condiciones de hacer frente a sus compromisos”.

El embajador criticó al aplicación de la Ley Helms Burton y el embargo estadounidense: “Quiero referirme a esos momentos difíciles que atraviesan los cubanos: Cuba es un país independiente, pero no nos es ajeno lo que le ocurre, no podemos olvidar que debemos mostrarnos prudentes y tratar a Cuba respetando su soberanía, pero nos duele que los cubanos estén experimentando una vez más los sufrimientos de un embargo estéril, además de doloroso. Nos duele la aplicación de la Ley Helms Burton, porque daña los intereses de España, pero también porque daña a Cuba. Por eso desde el sufrimiento común y la solidaridad de siempre, creemos que podemos trabajar para que esta situación se pueda contrarrestar con una mayor presencia de inversión extranjera, único modo de superar las dificultades con que se nos agrede a cubanos y españoles”.

Y finalizó refiriéndose a la crisis de 1898, la derrota y el abandono de Cuba y la crisis que supuso para España. “En nuestros corazones seguimos sin habernos ido, y aquí estamos orgullosos de ver esta Habana que creemos tan nuestra como de Cuba después de 500 años; con el permiso de Cuba, siempre con el permiso de Cuba, quisiera pedir a todos los cubanos que nos ayuden a seguir aquí, porque queremos seguir aquí, y porque creo que en estos 500 años hemos demostrado que nos merecemos seguir aquí”, finalizó.

 

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