Nueve personas murieron el pasado 15 de febrero tras el hundimiento de un barco gallego que faenaba en las aguas canadienses de Terranova, según informó Salvamento Marítimo. Tres tripulantes fueron rescatados con vida y otros 12 continúan desaparecidos.
Las personas con vida fueron rescatadas de tres de las cuatro balsas salvavidas que fueron localizadas horas después. Dos de ellas estaban “completamente vacías” y la tercera portaba solo a los tres supervivientes, según la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba. Cuando se produjo el naufragio, según añadió Larriba, la situación en las aguas de Terranova era “muy mala”.
La tripulación del pesquero Villa de Pitanxo, de 50 metros de eslora, la componían 24 personas, de las cuales 16 tienen pasaporte español, cinco son de Perú y tres de Ghana.
El barco, propiedad del armador gallego Manuel Nores con base en Marín, se hundió sobre las 6 de la mañana hora española, según el registro de la baliza de la embarcación, aunque a las 5:24 horas se habían recibidos dos alertas automáticas del pesquero, situado a más de 450 kilómetros de tierra en la zona de Terranova, en aguas de Canadá.
Este país coordinó el dispositivo de búsqueda aéreo y marítimo desplegado en colaboración con los barcos más próximos: el pesquero español Playa de Menduiña 2, con base en la propia localidad de Marín, que fue el que rescató a tres tripulantes con vida, y uno portugués, el Novo Virgem da Barca.
En la zona del naufragio el viento, la mala mar y la visibilidad reducida complicaron las tareas. El Gobierno de Canadá suspendió de manera definitiva, el pasado día 17, las labores de rescate, en las que participaron un avión, dos helicópteros y un buque y una fragata canadiense.
El Rey, Felipe VI, transmitió todo el dolor y la solidaridad al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y a la alcaldesa de Marín, María Ramallo, por el naufragio del pesquero en Terranova; además de todo el reconocimiento al sector y al colectivo de la pesca, a las tripulaciones de altura y a las familias.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de sus redes sociales, también mostró su solidaridad con las familias de los fallecidos.
El Gobierno gallego se reunió, el 16 de febrero, en un Consello da Xunta extraordinario en el que se aprobó un decreto por el que se declaraba luto oficial en Galicia por el naufragio del buque pesquero Villa de Pitanxo, desde as 0 horas do de ese mismo día hasta las 24 horas del 18 de febrero. Para manifestar el sentimiento de solidaridad del pueblo gallego, la Xunta hizo público su dolor y el de toda la ciudadanía de Galicia, además de guardar un minuto de silencio en su sede central de Santiago de Compostela. En todos los centros y edificios públicos dependientes del Ejecutivo autonómico ondearon a media asta las banderas oficiales.
El presidente de la Xunta de Galicia, además, compareció para dar lectura a una Declaración institucional de la Xunta de Galicia con motivo del naufragio del Villa de Pitanxo, que se puede ver en vídeo pinchando aquí.

Reunión de coordinación
Ese mismo día, Alberto Núñez Feijóo trasladó que las familias de los tripulantes tendrán todo el apoyo de la Xunta y avanzó que contarían con la atención de un equipo de psicólogos especializado.
Después de incidir en la necesidad de dar “datos seguros y certeros” porque “no podemos cometer errores”, Feijóo explicó que las familias serían atendidas por los profesionales del servicio de psicología ante emergencias y catástrofes en la Comunidad Autónoma, que, añadió, podrán ser reforzados por Cruz Roja. Este protocolo es semejante al que se utilizó tras el accidente del Alvia en Santiago de Compostela, recordó.
Durante una reunión celebrada en Marín, se acordó la creación de una comisión de coordinación de la que forman parte representantes de la Xunta de Galicia, de la Delegación del Gobierno, de la armadora del pesquero Villa de Pitanxo y un equipo de psicólogos con el objetivo de canalizar la información disponible en relación al siniestro. Dentro de esta comisión corresponderá al equipo de psicólogos atender y notificar la información oficial a las familias de los tripulantes.
Para concluir el presidente de la Xunta destacó el trabajo “serio y coordinado” que estaba llevando a cabo el embajador de España en Canadá con las autoridades del país, así como la ayuda que estaban prestando los barcos pesqueros y mercantes en las tareas de rescate. También agradeció los múltiples mensajes de solidaridad recibidos desde que se conoció la noticia del accidente.
El Gobierno de España, por su parte, decretó un día de luto nacional que se llevó a cabo el 21 de febrero y el presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, recibió a los supervivientes en el aeropuerto de Santiago, junto a Feijóo. Las familias de la tripulación reclamaron que se reanudara la búsqueda de los desaparecidos pero sólo los pesqueros de la zona lo intentaron a pesar de las promesas del Gobierno y del propio Sánchez.