Los socios de Casa de Galicia de Montevideo se plantean abonar una cuota extraordinaria para que la entidad supere la crisis

La entidad está quebrada y la única solución es conseguir el dinero necesario para afrontar la situación / Más de millar y medio de personas acudieron a la asamblea

Eduardo Miras, centro, presidió la asamblea.

“Casa de Galicia está quebrada, hoy está funcionando normalmente administrada por el Estado uruguayo y tenemos toda la cooperación de todos los trabajadores, pero es un llamado de atención para los socios, para dejar en claro que hay que ser más severo en los controles de las directivas”, aseguró Eduardo Miras luego de la asamblea de socios que decidió continuar con la lucha para que la mutua gallega no sea cerrada por la justicia.

Una asamblea general de Casa de Galicia muy esperada para conocer si continuará existiendo la mutua o cerrará, tal y como determinó la justicia, se produjo el pasado 15 de enero cuando a partir de las ocho de la mañana en la Quinta detrás del Sanatorio de Sayago, más de millar y medio de socios hacía cola para certificar estar al día en la cuota para ingresar al parque donde al aire libre se desarrollaría la misma.

Luego de las diez, la mesa presidida por Eduardo Miras, informó a más de millar y medio de asambleístas los pasos que siguieron este “grupo de voluntarios representando a los socios” que a fin de año se juntaron frente al hospital para luchar contra el cierre decidido por el juez Leonardo Méndez.

Se entrevistaron con delegados del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, así como también en el Ministerio de Salud Pública (MSP) y mantuvieron reuniones con laboratorios de medicamentos que son acreedores de Casa de Galicia quienes respondieron que “ellos quieren que Casa de Galicia siga funcionando”. Al respecto Miras aseguró que “hasta el momento nadie ha llamado a los acreedores de Casa de Galicia para negociar el pago de la deuda”, sentenciando increíblemente el juez el cierre de la institución médica.

Más de millar y medio de personas acudieron a al reunión.

Los asambleístas, soportando una temperatura ambiente de cuarenta grados, también escucharon el informe sobre “la realidad de la situación financiera a la fecha es de que Casa de Galicia está quebrada. Hoy, para salir de esto precisas dinero, no es con conversaciones, no es una negociación de salario que uno pide y el otro ofrece, está embargado el dinero que entra a las cajas”, reflejando así la incapacidad de tener dinero en caja que tiene la mutua gallega.

Miras aseguró que “las formulas (de rescate de Casa de Galicia) que vengan, tienen que venir con dinero, no hay otra forma”.

Propuestas a estudio

De esta forma la asamblea decidió estudiar cómo hacer efectiva “una sobre cuota, igual que cuando se hizo el sanatorio o el panteón, porque aquí todo lo que se hizo lo realizó el socio con su cuota”, afirmó Miras.

Esa cuota sería alrededor de 800 pesos (15 euros) mensuales durante un período de dos años, explicando Miras que “se devolvería ese dinero más adelante con servicios o de otra forma, a los efectos de no obligar a los socios a pagarla, sino que sea de libre elección, aunque quien lo haga luego tendrá beneficios como forma de recibir lo aportado”.

El estudio de este proyecto de aporte extraordinario busca que el dinero sirva para hacer frente a parte de la deuda de la mutua gallega, ya que ese dinero no entrará en las arcas de la Casa de Galicia que está intervenida y en plan de liquidación según la resolución judicial.

Otro momento de la asamblea.

Sobre la decisión del juez Méndez, un tribunal de apelaciones determinó que sea estudiada la misma, por lo que los socios de Casa de Galicia están esperanzados de que no se cierre la mutualista, pero para ello tendrán que presentar un plan que tendrá que contar con un aporte financiero, “y para salir a pedir dinero tenemos que mostrar que los socios somos capaces de aportarlo también, por eso la cuota extra” aseguró Miras.

“Acá tiene que venir una reestructura, sin duda, no puede haber sueldos de 600.000 pesos” (11.000 euros) indicó Miras quien dijo que Casa de Galicia es viable y “vamos a seguir golpeando todas las puertas, las que se abrieron y las que aún no nos atendieron”, quedando para el próximo 12 de febrero el levantamiento del cuarto intermedio de esta asamblea para continuar luchando por la continuidad de la mutua gallega más grande de la diáspora.

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