Los responsables de la asociación A Casa de Galicia Centro Histórico Cultural dan cuenta de las gestiones realizadas

Centradas en conseguir el reconocimiento oficial de esta nueva entidad y en conseguir el apoyo de las administraciones españolas y uruguayas para salvar el patrimonio histórico-cultural de la colectividad gallega

De pie, Gustavo Cantero, Rocío Fuentes y José Vázquez, sentados José María Barbeito tesorero, Ismael Martínez, María del Carmen Fernández Salgueiro y José Antonio Antelo.

El cierre de Casa de Galicia de Montevideo ha motivado a un grupo de emigrantes gallegos y descendientes a luchar por reconquistar el patrimonio que la intervención les ha quitado, pero si bien los pasos son firmes, la burocracia enlentece el reconocimiento de la asociación civil necesaria para hacerse con los bienes culturales y el preciado panteón social.

Reunidos en la biblioteca del Valle Miñor, la junta directiva de la novel asociación A Casa de Galicia Centro Histórico Cultural, presidida por Ismael Martínez, donde participaron el vicepresidente, José Antonio Antelo, la secretaria, Carmen Fernández Salgueiro, el tesorero, José Barbeito, el protesorero, Gustavo Cantero y la prosecretaria, Rocío Fuentes, realizó una puesta en común de las entrevistas mantenidas, el avance de los socios que se vienen sumando a buen ritmo, así como también las preocupaciones que los que pertenecieron a la mutua gallega plantean sobre su patrimonio.

Si bien el cierre ha sido definitivo y en mayo se rematará el hospital, la Quinta de Galicia y los demás padrones que incluyen hasta una calle pública que atraviesa la propiedad en Sayago, poco se sabe de los montos que ofrecerán los hasta ahora tres interesados en adquirirlos, entre los que están las sociedades médicas Círculo Católico, Casmu y la Asociación Española.

Mientras tanto, se siguen ajustando las cuantías de los adeudos de Casa de Galicia para, una vez conocido el resultado del remate, continuar de ser necesario con la venta del resto del patrimonio, entre el que está la sede social de la principal avenida de Montevideo, el panteón social del cementerio del Norte, obras de arte, cruceros gallegos y su biblioteca médica, entre otras.

Acciones desarrolladas

La junta directiva de la A Casa de Galicia Centro Histórico Cultural, mantuvo el 26 de abril una entrevista con el embajador español Javier Gómez-Llera, el que se ofreció nuevamente a realizar diversas gestiones personales ante el Ministerio de Educación y Cultura uruguayo y otras autoridades para reclamar la sede social de la avenida 18 de Julio.

Asimismo, en esa jornada, los presididos por Ismael Martínez se reunieron con las autoridades de la Intendencia de Montevideo a los efectos de conseguir un acuerdo para administrar el panteón social, donde están enterrados desde los fundadores de la mutua gallega a cientos de emigrantes y sus descendientes.

Casa de Galicia tiene una deuda importante con la Intendencia de Montevideo, dueña y administradora del cementerio donde está el panteón, pero la importancia de lo humano que está en juego por los deudos de quienes allí están enterrados, juega a favor para encontrar una salida y así volver a manos de la nueva Casa de Galicia el rico patrimonio del cuidado de los socios fallecidos.

Por otra parte, también se envió una nota a la Secretaria Xeral de Emigración y a la Delegación de la Xunta para el Río de la Plata, solicitando las medidas necesarias para la protección de la sede social del centro de Montevideo, basados en la resolución del Parlamento gallego sobre el patrimonio de la liquidada Casa de Galicia.

En tanto, se continúa con la campaña de socios para la nueva asociación, que está creciendo a ritmo acelerado. También se cuenta con el apoyo de la Federación de Sociedades Gallegas del Uruguay y en breve esperan el llamado de la Delegación de la Xunta para participar en el proceso de recuperación de los bienes patrimoniales afectados por la intervención.

O son da Ruxidoira ensayó en el jardín botánico de Montevideo.

Finalmente, queda claro el entusiasmo de este grupo de gallegos y emigrantes que conformaron una asociación sucesora de Casa de Galicia en continuar con la divulgación de la cultura gallega y como ejemplo está el grupo de pandereteros y bailadores dirigido por Lorena Becco, O Son da Ruxidoira, que el fin de semana pasado ensayaron en el jardín botánico de Montevideo con sus trajes tradicionales, que afortunadamente no fueron incautados por la intervención judicial como le ocurrió al cuerpo de baile Obradoiro que dirige Ramón Álvarez.

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