El Comité Gestor de la Asociación de la Comunidad de Madrid en Cuba celebró el pasado 4 de diciembre las Jornadas Culturales Madrileñas, dedicadas este año al ‘41 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano’ y a la gran vedette de Cuba, Rosita Fornés. El evento se desarrolló en la Esquina Cultural de la Embajada de España en la capital cubana en presencia de autoridades diplomáticas, integrantes de la comunidad madrileña, presidentes y directivos de sociedades españolas y otros invitados, y lo presidió la directiva del Comité Gestor de los madrileños en Cuba que encabeza María C. Rico Martín.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo de María Rico y del consejero cultural de la Embajada de España en Cuba, Jorge Peralta, quienes destacaron en sus intervenciones aspectos importantes en la vida de la homenajeada y su relación con el cine; proyectándose a continuación un saludo enviado por la destacada artista a los participantes del encuentro.
La primera actriz Rosa Mª Medel leyó una cronología de la trayectoria cinematográfica de la eximia vedette y presentó al fotógrafo y documentalista Alberto Rey, autor del cortometraje Un Coral para una Rosa y curador de la exposición de carteles ‘Nuestra Rosita en el Cine’, que al final pudieron ser apreciados por el público. Junto a la muestra se exhibió el Coral de Honor otorgado a Rosita durante el pasado 40º Festival del Nuevo Cine Latinoamericano celebrado en La Habana en el año 2018. La pincelada cultural estuvo a cargo del saxofonista Abel Hernández, culminando la actividad con un brindis.
Rosita Fornés y el cine
Rosita Fornés ha tenido una profusa carrera artística que abarca prácticamente todos los géneros del teatro, la música y las artes visuales. Su repertorio de zarzuelas, operetas, comedias musicales, dramas, programas de televisión y conciertos ha llevado a que le otorgaran los premios nacionales de Música, Teatro y Televisión, siendo quizás la única artista en Cuba que ha recibido estos tres reconocimientos. Su participación en el cine ha sido la menos destacada con 19 filmes, comenzando muy tempranamente en Cuba con Una aventura peligrosa (1939) y Romance Musical (1942), siendo México donde realizó un mayor número de filmes, 11, entre los que se destacan títulos como Se acabaron las mujeres (1946) u Hotel Tropical (1953). En el período revolucionario participó en filmes producidos por el Icaic como Se permuta (1983) Plácido (1986) y Papeles Secundarios (1989) entre otros, ganándose siempre el aplauso de los públicos que vieron sus filmes. El merecido Coral de Honor entregado durante el pasado Festival del Nuevo Cine Latinoamericano así lo confirma.