Los beneficiarios de las Bolsas Excelencia Mocidade Exterior (BEME) de la Secretaría Xeral da Emigración elogiaron este programa que les permite cursar un máster en alguna de las tres universidades públicas de Galicia.
Durante el acto de entrega de diplomas a los postgraduados del curso 2024-2025 que se celebró el pasado 18 de junio en Santiago, algunos de ellos explicaron su experiencia a España Exterior y en su mayoría mostraron su intención de quedarse en Galicia para desarrollar su vida profesional.
El programa BEME se inició en 2017 y desde su puesta en marcha su ejecución se ha ido perfeccionando. Hoy en día, los beneficiarios cuentan con asesoramiento personalizado durante todo el proceso, desde el momento en que presentan la solicitud hasta más allá de finalizar el máster, con programas de formación para el ingreso en el mercado laboral, ya sea por cuenta ajena o como emprendedores.
Pero también, especialmente en los últimos años, ha surgido un serio obstáculo con el que se encuentran al venir a Galicia y no es otro que el acceso a la vivienda. Luis Patricio Arca, descendiente de emigrantes originarios de la localidad coruñesa de Sada y residente en Brasil, fue muy claro al respecto. “Creo que el mayor problema que pasamos es el acceso a un alquiler”, afirmó. En su caso, que se vino a cursar el máster de Innovación y Nutrición, Seguridad y Tecnologías Alimentarias que se imparte en el Campus de Lugo de la Universidad de Santiago, el programa se agravó porque viajó acompañado por su esposa. “Como nosotros somos pareja, cuando tú llamas para hacer un contrato de alquiler no quieren alquilar. Nosotros ahora estamos alquilando dos habitaciones en el mismo piso. No podemos optar a otra cosa. Intentamos llamar para alquilar un piso y no lo conseguimos, porque te piden tener un trabajo, incluso llevar trabajando más de un año y es imposible porque acabamos de llegar”.

“Tenemos bastantes problemas con el alquiler, recalcó al tiempo que explicó que “ya nos hemos cambiado dos veces de sitio y ahora en verano nos instalaremos en casa de mi abuelo en Sada”.
El acceso a la vivienda es ahora mismo uno de los problemas que más preocupa en toda España y que afecta especialmente a quienes acceden a una beca BEME.
En cualquier caso, los beneficiarios de las BEME son unánimes al calificar la experiencia como muy positiva. El propio Luis Patricio Arca afirmó que “me encantó muchísimo, las personas, el clima, la cultura” y resaltó que “nos queremos quedar”. En su caso, su intención es hacer un doctorado.
Paola Alarcón viajó a Galicia desde Venezuela acompañada por su pareja, Jesús Martínez. Ambos cursaron el máster en Administración y Dirección de Empresas de la Universidade da Coruña. Para ellos “la experiencia ha sido excelente. De verdad. No tengo palabras para agradecer tanto el trato que hemos recibido de la Universidad como el que nos ha dado la Xunta y todas las personas que ponen a nuestra disposición”.
Conocieron las BEME a través de la Hermandad Gallega de Venezuela en Caracas y tal y como está la situación en su país de nacimiento “volver a Venezuela es una opción que estaba descartada así que nuestra opción es quedarnos en Coruña”.

Jesús Martínez, la pareja de Paola, recalcó que “la experiencia ha sido súper, súper buena” y resaltó que “nos han facilitado todo para poder tener todos los papeles y todo lo que necesitamos para estar”
Gerardo Varela llegó desde Panamá para cursar en Lugo el máster en Innovación y Nutrición, Seguridad y Tecnologías Alimentarias. Destaca que le costó un poco adaptarse a la diferencia de clima “porque en Panamá estamos acostumbrados al calor”, pero para él “la experiencia, la verdad, me encantó”.
Su abuelo era gallego y se enteró de la existencia de las BEME a través de un vídeo de Youtube. Una vez finalice el máster, “mi plan es quedarme, a ver si puedo vivir acá, y ahora que tengo pareja, mi plan totalmente es quedarme”.
Manuel Federico Ferrio vino de Argentina a cursar el máster en Administración de Empresas y Responsabilidad Social Corporativa en la Universidad de Vigo y se mostró “muy agradecido por la posibilidad de estar aquí, de retomar la tierra de mis abuelos con mucho entusiasmo, buscando incorporarme al mercado laboral. Y también con muchas ganas de quedarme en Vigo”.
En cuanto a la obtención de la beca, Manuel señaló que “fue mucho trámite, pero la verdad es que nos ayudaron bastante, tuvimos bastante apoyo por parte de la Xunta y los equipos de la Secretaría Xeral da Emigración para poder hacer todos los trámites correspondientes. En ese sentido, sentimos mucho apoyo”.
“Estas becas están destinadas a quienes llevamos en la sangre la memoria de quienes alguna vez partieron”
Durante el acto de entrega de diplomas, Camila Correa, nacida en Buenos Aires y que cursa el máster en Gobierno Local y Políticas Públicas Innovadoras en la Universidad de Santiago, pronunció unas palabras en nombre de todos los becarios BEME.
En su intervención, llena de emoción, destacó que al llegar a Galicia “comprendí que las historias que parecían tan lejanas que se contaban en extensas sobremesas familiares con un tono nostálgico en realidad siempre fueron parte fundamental de mi identidad” y añadió que “al pisar esta tierra sentí que no estaba llegando por primera vez, sino que estaba regresando a un lugar que me había estado de alguna forma esperando. Porque esta tierra no nos es ajena porque nos recuerda de dónde venimos y al mismo tiempo nos permite imaginar con ilusión lo lejos que podemos llegar”.

Esta joven cuyos bisabuelos eran originarios de Pontevedra y dejaron su tierra en el contexto del franquismo, afirmó que “aquí hemos encontrado personas, lugares y momentos que nos hacen sentir en casa. Siento que no vine solo por mí, sino también por mis bisabuelos y abuelos, por los que se fueron y no pudieron regresar”. “Porque estas becas, añadió, no están pensadas para cualquiera, están destinadas a quienes llevamos en la sangre la memoria de quienes alguna vez partieron”
En su discurso destacó que las BEME “no solo nos permiten estudiar, sino que también nos ayudan a reconectar y reconstruir identidad y construir un futuro. Porque somos parte de esta Galicia que ahora también es nuestra, la que nos abrió las puertas, la que nos enseña y nos transforma, la que sentimos como propia, aunque hayamos nacido lejos”.
Finalizó sus palabras agradeciendo a la Secretaría Xeral da Emigración por todo el apoyo recibido tanto en la tramitación de las solicitudes como en todas las gestiones para establecerse en Galicia.