RETORNAD@S

“Las políticas migratorias olvidan siempre a los mayores y a las mujeres”

Carmen Couto, expresidenta de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania, reivindica el trabajo de las emigrantes en las asociaciones

Carmen Couto, en el medio, con Antonio Espinosa y Severino Abeledo en abril de 2015, cuando fueron elegidos presidenta, vicepresidente y cajero, respectivamente, de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania.
Españoles emigrantes participantes en un seminario para mayores organizado por la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Remscheid.

Carmen Couto Boullosa es una emigrante gallega afincada en Aquisgrán desde hace muchos años. Dejó Vigo en 1963 para venirse a Alemania con otras tres amigas y un contrato de trabajo para una fábrica de chocolate. De su primera impresión al llegar y del viaje en tren desde Galicia le queda un mal recuerdo, no solo por las malas condiciones de los trenes, sino también por el recibimiento que se les hacía a los trabajadores extranjeros en la estación de acogida, en Colonia-Deutz, lugar en el que a todos los que llegaban les colgaban el número del contrato de trabajo al cuello y les daban la primera comida en Alemania antes de ser distribuidos a los lugares de destino. “Parecíamos un rebaño de ovejas”, dice, lo que le provocó asociaciones con la entonces todavía reciente historia del país germano.

La razón por la que decidió emigrar con solo veinte años no era otra que ganar un poco más de libertad de la que se disfrutaba entonces en España y conocer otro país y otras formas de vida. Al lado del trabajo en la fábrica, hizo el Bachillerato Superior español. Muy pronto se involucró en el movimiento asociativo y tuvo un gran protagonismo, con otras españolas, en la creación de la Asociación Cultural Recreativa de Aquisgrán, de la que fue muchos años presidenta. Gran defensora de los derechos de la mujer, resalta la gran importancia de la labor de las mujeres emigrantes en las asociaciones en Alemania y el rol que desempeñaron las madres y padres en la educación de sus hijos, primero en la llamada “Escuela española” y luego en la creación y mantenimiento de las Aulas de Lengua y Cultura española para los niños y niñas de los trabajadores españoles en este país, así como en su integración en el sistema educativo alemán. Esa labor de las mujeres, hoy jubiladas, “nunca ha sido lo suficientemente reconocida”, subraya.

Desde febrero de 2013 hasta enero de 2019, la activa viguesa asumió la presidencia de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo, en cuya directiva ya había participado anteriormente como vicepresidenta, y con la que siempre mantuvo estrecha relación, por pertenecer a esa organización la Asociación de Aquisgrán, que ella presidía desde sus comienzos.

Sobre su retorno a Vigo, Carmen Couto dice que “la idea siempre estuvo ahí”, pero sigue en Alemania. Una de las razones serían “las actuales políticas adversas al retornado”, comenta. Posiblemente, esa sería también uno de los motivos por los que los emigrantes mayores se plantean quedarse en Alemania con los hijos. Ella misma, que no tiene hijos, piensa continuar yendo y viniendo a Galicia mientras pueda hacerlo. “Hubo un tiempo en que había pensado retornar a un sitio cálido”, recuerda, pero luego “estás allí y tampoco es tu sitio”, dice convencida.

«Ayudaron a España en tiempos difíciles y ahora se les castiga»

De la actual situación de los emigrantes mayores retornados en España, lamenta que, por falta de información sobre los derechos adquiridos en Alemania u otros países europeos, algunos se vean perjudicados. “Son los que ayudaron a España en tiempos difíciles, mandando regularmente dinero, y parece que encima ahora se les castiga”. En ese sentido, comenta el reciente problema de los que fueron requeridos a pagar impuestos por sus pensiones de jubilación en España y en Alemania o sancionados por no presentar a tiempo la declaración de sus pensiones a Hacienda. Por eso, recomienda a los actuales responsables de las políticas migratorias que, cuando dicten leyes o firmen convenios, se tenga en cuenta a todos los emigrantes, especialmente a los mayores y las mujeres, “que siempre se les olvida”, y menciona los derechos que se contemplan en el artículo 41 de la Constitución Española.

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